'Encueran' las mujeres sus pecados

MURAL / Staff

Las mujeres y adolescentes que se animaron ayer a participar en la tradicional cuereada de San Martín de las Flores, en Tlaquepaque, fueron los más ovacionados por los espectadores.

Esta actividad, que tiene más de dos siglos de tradición, y que se hace cada Sábado de Gloria, consiste en golpear con cuerdas el cuerpo de los demás participantes, simbolizando la expiación de los pecados.

La banda que amenizó la "batalla" inició con la melodía de El Sinaloense, con la que marcaba el inicio para que los bandos -en principio compuestos por hombres- corrieran de un lado a otro de la plaza y se dieran sus "chicotazos".

Cuando la música cesaba, los cuereados debían detenerse, para recobrar fuerzas.

El espectáculo aún no satisfacía al público y, a las 11:00 horas, una hora después del inicio de la escenificación, la multitud pedía que las mujeres dieran rienda suelta a sus cuerdas.

Fueron 10 damas quienes se pusieron capas rojas para personificar a los soldados romanos, se dejaron de tapujos y se desquitaron contra camarógrafos y fotógrafos, quienes reían por los golpes, pero también huían hacia las gradas para protegerse.

Una señora mayor entró a la corretiza y soltó azotes a las participantes; en la última ronda dejó ir su látigo sobre los hombres que estaban cerca.

Desde las gradas se escucharon chiflidos, carcajadas y gritos.

"¡¡Solo! ¡Solo! ¡Contra el Judas!", gritaba María Yolanda, madre de familia que llegó desde las 8:00 horas para ubicarse en una tarima con vista privilegiada.

Más adelante, cuando los hombres volvieron al ruedo tras haber recobrado energías, dieron azotes a todos los curiosos que tenían lugares en primera fila.

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