Sin engaños

AutorRubén Romero

El cuerpo humano dispone de combustible -glucógeno- suficiente para correr entre 28 y 32 kilómetros, siempre y cuando se cuente con la capacidad física suficiente y en condiciones normales. Se nace con esa reserva energética.

A eso se debe que haga falta entrenar para que el organismo desarrolle el tono muscular y para que "aprenda" a metabolizar la grasa corporal como combustible para correr, para poder cubrir los 42 kilómetros del maratón sin que eso signifique un esfuerzo excesivo o dañino.

¿Cómo se logra lo anterior?

Lo primero es desarrollar la resistencia, que es la base de la capacidad física, lo que permitirá a tu organismo alcanzar ese aprendizaje. Lo siguiente será desarrollar la fuerza y finalmente la velocidad, en este orden, con el fin de mejorar tu economía de carrera.

Aumentar tu capacidad física significa modificar -mejorar- ciertos sistemas de tu organismo, lo que se logra sometiéndolo al entrenamiento. Esos desarrollos te permitirán aumentar tu capacidad física de la siguiente manera:

Mejorando tu sistema cardiovascular. Para que tu corazón pueda bombear mayores volúmenes de sangre, de manera que tu torrente sanguíneo lleve mayores cantidades de oxígeno a los tejidos musculares.

Optimizando tu sistema de generación de energía. Para que tu organismo aumente la producción de ATP (Trifosfato de adenosina), un compuesto que aporta los nutrientes necesarios para ejecutar el trabajo físico al combinarse con el oxígeno.

Mejorando tu tono muscular. Para que tu base estructural permita realizar el trabajo de correr durante 42 kilómetros.

¿A qué viene todo lo anterior? A dos propósitos principales: uno es plantear el que será el enfoque del programa de entrenamiento que te proponemos, y el otro es...

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