Entenderse con el barro

AutorJosé Morales

La implicación de los cuatro elementos de la naturaleza hace de la cerámica un arte donde el control no está precisamente en las manos de quien la trabaja; a Toni Guerra el hallazgo de este material le ha traído sorpresa y humildad hacia la plástica, lo que la hace pensar que ella no es una ceramista.

La pintura y la docencia han sido sus oficios por más de 20 años, pero desde hace cuatro la cerámica renovó la labor de esta artista que había iniciado una búsqueda de formas a partir de un amalgamamiento de lo figurativo y lo abstracto, y que ahora con este material se resuelve en una conjunción de la textura y la pintura.

"En la cerámica, en lo que estoy haciendo policromado, está prevaleciendo el valor lineal, como que hay mucha pulcritud, como si tuviera una parte de mí de una gran organización, de un gran perfeccionismo, porque esa parte está apareciendo con un orden, con un ritmo que no tiene mucho que ver con mi pintura", comenta Guerra con un plato de cerámica en mano.

Los momentos de angustia en la historia de su proceso creativo no han sido pocos, pues como ella dice, no intenta plagiarse a sí misma. La evolución parece la constante en su trayectoria, que empezó en esta ciudad hacia 1970.

Aunque naciera en Saltillo con la generación del 50, y aunque pasara su infancia en Guadalajara y su juventud en la Ciudad de México, fue aquí, hace 30 años, que empezó el trabajo plástico y la carrera de pintura. Poco antes de egresada comenzó a impartir clases para después formar su propio taller.

"Tengo una especie de escuela independiente que se llama Hexágono, y la fundé hace unos 10 años. Es un taller de desarrollo de la capacidad creativa, más que estar impartiendo talleres de técnica, porque yo creo que las escuelas de arte tienen que trabajar también moviendo otros motores y no nada más lo técnico

"Decidí hacer un taller independiente, donde yo trabajara con una mística personal y que se desarrollara a partir de lo que yo había notado como carencias, y tengo una vocación muy grande por el magisterio, aunque ahorita estoy ya muy cansada, necesito una 'tapona'".

Antes de que entrara a la carrera, Guerra tenía la idea de que un buen pintor era el que lograba imitar bien las cosas, por lo que sus obras eran realistas, estilo que era accesible a sus habilidades.

"Cuando entré a la escuela, pues entro a toda esa disciplina técnica, pero tengo la suerte de que me viene una depresión muy severa", recuerda. "A partir de esa crisis yo rompí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR