Entrevista/ José Luis Higuera / Reconoce sus fallas (I)

AutorRamón Estrada

En sus primeras apariciones públicas como directivo del Guadalajara, como autor de cerrar contrataciones exitosas, José Luis Higuera llegó a ser amado por los aficionados.

Tal popularidad provocó de que lo bautizaran como "El Tío", que recibiera aplausos y elogios hasta de los fanáticos más radicales.

Casi tres años después, el CEO de Omnilife y las Chivas está convertido en el blanco de la polémica y el resentimiento de un sector de la afición, que juzga sus decisiones como la causa de la crisis que vivió el equipo en el último semestre, sobre todo de propiciar el fin de la era de Matías Almeyda como técnico y aprobar la venta del pase de Rodolfo Pizarro al Monterrey, un rival de la Liga.

Aún así, el ejecutivo de confianza de Jorge Vergara tiene claro que su gestión debe ser firme, en beneficio de las finanzas de la empresa.

"Creo que es la primera vez que conscientemente acepto el no ejercer mi autoridad y la determinación que me aplica cuando estoy convencido de algo o de hacer algo", explicó.

"Me he equivocado en ser tolerante y no ser más determinante en mi función, pero también es la primera vez que es un grupo diferente, muy mediático, pero hay muchos errores de mi parte, muchísimos".

¿Por qué decidieron desaparecer mediáticamente tú, Jorge y Amaury Vergara, y delegaron todo en Francisco Gabriel y el cuerpo técnico en el momento más crítico de la planeación, en mayo?

"Hay prioridades y hay que atender a muchas cosas, también desde hace un año, si tú recuerdas, mis participaciones nunca fueron futbolísticas. La gente cree que yo salía mucho, pero salí para temas, en su momento, de Chivas TV y el contrato de televisión.

"¿Por qué lo dejamos? Pues mira: llegó Paco (Gabriel) y él era el correspondiente para hacerlo, era parte de su trabajo. Jorge siempre se ha manifestado aunque el cuerpo técnico le pidió que no lo hiciera, pero te puedo decir hoy, como director general, que son un error los vacíos de comunicación y de poder. Así como el vació de poder es un error, el vacío de comunicación también es malo.

"También hay que recordar que yo soy director general de un grupo en donde Chivas representa una décima parte del tamaño del grupo, es así más o menos. Cuando mucho representará el 15 por ciento, entonces, 21 países, producción (de Omnilife), toda la parte financiera, todo eso ocupa mucho de la cabeza para estar en eso, entonces, salir a los medios por salir a sólo debates de circo, pues tampoco".

¿Qué tan benéfico o qué tan erróneo resultó delegar en Almeyda la figura de mánager general?

"Nos dejó mucho aprendizaje, creo que ya pocos clubes lo usan, porque creo que el futbol hoy ha evolucionado tanto en términos económicos y futbolísticos que yo creo que hay muy pocas personas, o creo que ya no hay quienes tengan la capacidad de hacerlo, porque hoy ser un mánager no solamente tienes que saber entrenar futbol, y yo hoy no veo a gente que esté al tope, sobre todo de un nivel de club grande, que pueda estar preparado para las dos cosas.

"Creo que es muy difícil, tanto en cancha y en entrenamiento, como la complejidad del manejo de los negocios, contratos. Y lo vivimos, quedas atrapado y te vuelves rehén de la situación. Creo que pocas personas pueden manejar bien el poder. El poder es respecto a la responsabilidad y eso creo que es un aprendizaje".

Y cuando se percatan de esto, ¿fue difícil el convencer a Almeyda de que era necesaria la figura del director deportivo? Porque él públicamente decía que no lo necesitaba.

"Sí. Es muy difícil que la gente entienda y tenga la madurez muchas veces para ceder lo que ya te dan. Yo creo que no fue fácil y fue parte de la problemática última (con Almeyda), el poder acomodar de nuevo el deber ser. Eso no fue sencillo".

¿Qué tan gruesa es tu piel para soportar el papel del malo de la novela?

"Soy una persona que me han tocado crisis. La de 2008 aquí, fuerte, he estado en empresas reguladas de la banca en donde estás obligado a tomar decisiones muy complicadas en pro de. Muchas veces, cuando tienes una figura fideicomitente en alguna situación de terceros, te acostumbras a decidir en el deber ser. Difícilmente te cuestionas o tratas de quedar bien con la gente. Por eso te digo que no es fácil hoy el futbol, porque es muy parecido a la política: hay intereses y la gente está tratando de cumplir intereses en lugar de deberes, entonces, no me resulta difícil. Creo que mi familia lo sufre mucho, sobre todo porque hay...

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