Entrevista / Rogelio Padilla Díaz / El 'Mairo' confiable
| Autor | Pedro Mellado |
Desde hace 30 años ha dedicado su vida a defender, proteger y mejorar la vida de niños que viven o trabajan en la calle. Desde hace 26 años encabeza una organización independiente, de ciudadanos comprometidos con el prójimo, que rescatan a los niños de la calle, para sustraerlos de los riesgos de caer en la drogadicción, la vagancia, la rapiña y la violencia.
Si lo requieren, les dan albergue y comida. También los regularizan para que vayan a la escuela.
Se ha empecinado en la idea de construir un País más justo, donde los niños no tengan que trabajar por necesidad.
Con orgullo acepta y lleva el título de "mairo", que los niños de la calle le han otorgado, como el maestro chido que es confiable, que enseña y ayuda.
El Movimiento de Apoyo a Menores Abandonados (MAMA) tiene dos centros, uno en Guadalajara y otro en Tlajomulco, en los que atiende a 300 beneficiarios.
El "mairo" Rogelio Padilla Díaz nació el 21 de septiembre de 1955 en Chihuahua, Chihuahua, pero radica desde niño en Guadalajara. Hijo de Guadalupe Díaz Delgado y de Bulmaro Padilla Aguilar, está casado con Cecilia Ramírez Barajas, con quien procreó a su hija, Iniuh Libertad. Terminó la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Univa en 1981.
EL CONTACTO
¿Cuándo se vinculó a programas de apoyo a niños de la calle?
Luego que terminé la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Univa, tenía una prometedora carrera académica. Fui invitado en 1984 a trabajar en el DIF, en un nuevo programa para niños de la calle, porque había una preocupación de la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) que pretendía visibilizar a este grupo de seres humanos que no eran atendidos ni por programas de Gobierno ni privados. Era Gobernador Enrique Álvarez del Castillo y su esposa Virginia Baeza presidía el DIF. Se creó el programa Mese (Menores en Situación Extraordinaria). Se formó el Departamento de Educadores de Calle.
EL CAMINO
¿En qué momento decidió dejar su trabajo en el Gobierno?
Cuando tuve contacto con los niños de la calle decidí dedicar mi vida a atender a la infancia del pueblo pobre. No me seducía la idea de convertirme en un "funcionarito" público. Pensé que si quería hacer algo duradero para cambiar el destino a estos hijos de la calle, tendría que construir una herramienta para la esperanza, que no dependiera de variables políticas. Decidí trabajar con los niños desde una alternativa...
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