Ernesto Sánchez Proal / Mente colectiva

AutorErnesto Sánchez Proal

"Esta máquina contiene el espíritu de Gauss, Euler, Pitágoras..."

V. González "Newton", 1984

El 6 de junio pasado, Steve Jobs anunció un nuevo servicio de Apple basado en la Nube. Este es uno de los más recientes movimientos encaminado a usar a la Internet como la base del almacenamiento y procesamiento de aplicaciones cada vez más masivas. Pareciera una movida tardía de Jobs, puesto que compañías como Amazon y Google tienen ya mucho tiempo ofreciendo soluciones en la Nube. Esta tendencia está tomando una enorme fuerza, con una oferta cada vez más grande de servicios y aplicaciones residentes en la Nube.

No es una casualidad. Existen muy pocas tendencias tan claras y evidentes como esta, que responde a la evolución natural y a la estructura misma de la vida. Sí, me refiero a la estructura y evolución de organismos vivos y no de la industria de tecnologías de información. ¿Qué tiene que ver el DNA, una bacteria, célula o animal con una red de máquinas? Mucho más de lo que parece a simple vista.

La historia de la vida en la Tierra está íntimamente ligada a la organización de estructuras, en niveles de complejidad ascendente (tal como lo estamos viendo ahora en la organización de computadoras en la red). Las bases químicas que forman el DNA se organizan en una estructura que forma un virus, varias de estas estructuras forman después una bacteria y, habiéndose formado una pared aislante y envolvente, varias estructuras tipo bacterias se organizan adentro de esta bolsa y forman una célula.

El enorme salto en complejidad de varias células que se organizan para formar un animal multicelular es algo fascinante, sobre todo por el intercambio de información genética para que esta estructura complejísima pueda generar otra igual: reproducirse. Para organizarse hay que comunicarse, y hasta este punto la comunicación se da por medios químicos.

Lo que sigue es aún más interesante: mutaciones naturales, al azar, en estos seres multicelulares, con la consecuencia de la muerte de la mayoría, pero en algunos pocos con suerte una mejor capacidad de adaptación al medio ambiente (cambiante también a través de los siglos), hasta llegar al siguiente nivel de complejidad: los animales sociales, que se organizan entre sí para formar una estructura superior a...

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