Ernesto Sánchez Proal / Sur y Norte

AutorErnesto Sánchez Proal

"Puesto que Corea del Sur tiene una capacidad limitada de manejar las dificultades de Corea del Norte, no queremos ver un colapso inmediato de su régimen."

Kim Dae-Jung

El reciente fallecimiento del líder coreano, Kim Jong Il, trae de nuevo a Corea del Norte y su vecino del Sur a los titulares de los medios. Es impresionante la enorme diferencia en desarrollo de dos regiones que hasta antes del fin de la Segunda Guerra Mundial eran el mismo país.

Uno es generador de nuevas propuestas de alta tecnología y cuna de compañías globales de semiconductores, electrodomésticos y electrónica de consumo. El otro tiene graves rezagos tecnológicos. Uno firmó el tratado de no proliferación de armas nucleares y por lo tanto no tiene un programa de armamento nuclear. El otro ha tenido como prioridad ese programa y, a pesar de que su pueblo ha sufrido hambre hasta la muerte de más de un millón de personas en los años 90, ha dedicado grandes recursos al desarrollo del mismo.

Ahora, la amenaza de inestabilidad tras la muerte de quien decidía el destino del país con capacidad de destrucción masiva ha puesto muy nervioso a su vecino y, de acuerdo con lo que reporta MURAL (20 de diciembre), Seúl puso en alerta máxima a su ejército ante la amenaza de un ataque por parte de Corea del Norte. Por cierto, no sólo ellos están preocupados, puesto que las consecuencias de un conflicto con armas atómicas a nivel regional pueden afectar a todo el planeta al causar un "invierno nuclear"; la nube de cenizas y humo opacarían a la atmósfera terrestre por muchos meses, afectando la producción agrícola.

Pero ¿cómo pudo Corea del Sur, un país recientemente dividido, con escasos recursos naturales y bajos ingresos, convertirse en una potencia tecnológica global? Y ¿cómo es que el destino del vecino del norte ha sido tan malo que parece la imagen en negativo del sur? En los años 90, una vez que la Unión Soviética se disuelve y cesa el apoyo que le había venido dando, Corea del Norte comienza a tener serios problemas de deterioro en su infraestructura, incluyendo su capacidad de generación eléctrica. A esto se agrega la poca capacidad de respuesta ante desastres...

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