Esta niña es como todas...

AutorErnesto Diezmartínez

Mi desilusión ante Confesiones de una Típica Adolescente (Confessions of a Teenage Drama Queen, 2004) fue mayúscula. "Es tu problema", dirás tú, "quién te manda esperar algo interesante de una cinta para adolescentes". Déjame aclararlo: por supuesto, no creía que el tercer largometraje de la cineasta galesa hollywoodizada Sara Sugarman iba a ser una obra maestra o algo por el estilo. Pero sí estaba convencido que, por lo menos, el filme ofrecería algunos momentos ingeniosos, una trama agradable y varias secuencias "kitsch" culposamente atractivas. Nada de eso: a la película no la salva ni el indestructible carisma de la joven estrella en ascenso Lindsay Lohan (Un Viernes de Locos, 2003; Chicas Pesadas, 2004; ambas dirigidas por Mark S. Waters).

El filme pintaba bien en el inicio: Mary (Miss Lohan) ha llegado a vivir a los aburridos suburbios de Nueva Jersey desde la caótica Gran Manzana. La muchacha, que se hace llamar Lola por aquello de que -como dice el título en inglés- le encanta el drama, encuentra la oportunidad de cumplir el sueño de convertirse en actriz, ya que protagonizará una versión contemporánea del musical My Fair Lady para el teatro de su high-school. Al mismo tiempo, Mary/Lola tendrá que lidiar con la reina "plástica" de la prepa, la sangronsísima ricachona Carla (Megan Fox), quien aprovecha...

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