Escápese al Pacífico Sur

AutorOscar Alvarez

Una línea eterna de palmeras reclinándose sobre la arena blanca de la playa, el rumor de las olas, un horizonte teñido por la luminosa gama de azules del mar y el cielo, una soledad compartida, una paz absoluta... bien podría ser así el paraíso.

En el mapa cada punto de la constelación de islas que salpica el océano Pacífico está acompañado por un nombre exótico, sugestivo, irresistible. En la imaginería colectiva se trata del último refugio, de fabulosos pedazos de Tierra Prometida, de islas de ensueño que parecen estar lo bastante lejanas del mundo y sus miserias.

El mito de los Mares del Sur existe desde su mismo descubrimiento. La historia de Robinson Crusoe, el náufrago que encontró el edén terrenal para huir de él y arrepentirse luego, es la introducción perfecta que lo fija en nuestro espíritu desde la infancia.

Otras historias -contadas por Conrad, Melville, London- hacen eco de la fascinación que experimentaron los primeros marineros europeos de fines del siglo 18, al arribar a islas que surgían como por arte de magia en medio de una inmensidad color añil.

¿Qué sentirían, tras el hastío de largas semanas de navegación, ante lo que se ofrecía a sus ojos? Bellas e impúdicas mujeres llegaban nadando como sirenas hasta los barcos, sonrientes entregaban collares de flores a la tripulación, para seguidamente, entregarse a sí mismas. En tierra los saludaban hombres -sus cuerpos atléticos cubiertos de tatuajes- tan amantes de la fiesta como de la guerra. El escenario: montes volcánicos envueltos en lagunas de aguas cristalinas, islas bendecidas por una naturaleza amable y generosa. La trama: un mundo jerarquizado hecho de tabúes, ídolos y rituales capaces de armonizar a las fuerzas divinas. Demasiado tentador. A Robert L. Stevenson y Paul Gauguin no les resultó posible soportarlo; fueron y no quisieron volver. Ellos han fijado el camino y el ejemplo para otros viajeros.

La mirada regresa ahora al mapamundi, imaginativa. El Pacífico es muy vasto, las opciones incontables. Melanesia, Micronesia y Polinesia constituyen las grandes regiones insulares que agrupan archipiélagos de características engañosamente comunes. ¿Cuál es el lugar capaz de materializar el mito? Sin duda, Polinesia. O Vatea, Maui, Tangaloa... los...

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