Entrevista/ Esther Camberos/ De Ciudad Guzmán a la 54

AutorChristian Ortiz y Jaime Barrera

Comencemos desde el principio. ¿Cómo inicia La Comanche?:

En Ciudad Guzmán, yo trabajaba en un molino de maíz, me daban siete pesos y mantenía a mi abuelito y a mis hermanos les daba de comer.

Yo me enseñé a leer bien en los Memín Pingüín (revistas).

Me he dedicado a vender bombas de agua sumergibles, en una tortillería fue mi primer trabajo, en una zapatería haciendo huaraches, vendiendo chocomiles, de nana por dos años.

Yo tenía 11 años cuando me vine de Ciudad Guzmán para acá y no tenía a donde ir, dos días me quedé dormida en la central, hasta que una señora que vendía jugos me dio alimento, yo la ayudé, estuve trabajando vendiendo jugos y trabajé con unos japoneses cuidándoles a sus niños y duré con ellos como 2 años.

Cuando tenía como 16 años me vine a un tugurio como éstos (Guadalajara de Día), estaba ahí por Gigantes, en el que estaba "la Caballona", porque antes éramos puras mujeres, era bonito antes, porque fíjate que las mujeres eran Carmen del Toro, era "la Caballona", que le decían Aurora, era Bertha, Rosa Murillo, era tan bonito porque éramos puras mujeres y nos ayudábamos unas con otras.

¿Por qué "La Comanche", quién le pone así?

Yo tenía un abuelito y estaba chiquilla, fui huérfana de padre y madre, entonces me quedé con mi abuelito, y desde chiquita me comenzó a decir "Comanchilla, Comanchilla" y así se me quedó, ya nadie me lo pudo quitar, aunque quise ponerle otro nombre al negocio, llegaban con "la comanche", y dije, pues que así se quede.

¿Quiénes fueron los que le ayudaron a levantar el primer centro nocturno?

Pues yo me fui a Guatemala, que dizque a trabajar en algodón, estuvimos de meseras en un lugar donde hacían cosecha de café, y de ahí uno que era pistolero o era el jefe de la policía en aquel tiempo, (General Miguel) Ydígoras Fuentes, que en paz descanse (dictador del país centroamericano, 1958-1963), me llevó hasta el Palacio (de Gobierno), fue en aquella época cuando apedrearon el Palacio, cuando hubo el montonón de muertos, que me mandó llamar y no pude salir del Palacio, este señor ordenó que les dieran una recia, me quedé encerrada como 22 días, y entonces el señor, en gratificación, me regaló 40 mil quetzales, eran 40 mil dólares ahorita y con ese dinero yo puse "La Comanche".

Yo comencé ahí con cuatro mesas de Carta Blanca que me regalaron y con tres cartones de cerveza, y los estudiantes, en aquél entonces estaba Correa Ceseña, eran un montón, ellos se robaban el vino de otros tugurios para darme.

Así como me fregaron mucho, también ellos me ayudaron.

¿Estamos hablando de qué década?

Estoy hablando de hace 38 años. Este 16 de septiembre cumplió 38 años "La Comanche", por cierto, ahorita la tengo tumbada porque la iba a arreglar, pero no alcanzamos.

¿Qué necesitó para abrir "La Comanche" y qué requisitos le pidieron?

Era un señor que estaba en la Presidencia, se llama Arnulfo Villaseñor, él fue el que me comenzó a ayudar, y un señor que se llamaba Salvador Giblas me fió todo el material, porque él tenía la Casa de Hierro, vendía material para construcción y él me fió y ahí fue donde comencé.

¿Qué tuvo que hacer para llegar a la posición en la que está?

Cuando yo comencé. mi comadre Rosa Murillo me dejó su negocio, duró con él 42 años.

¿Ella vio algo en usted?

Veía que yo le robaba a los clientes, por ejemplo, un día decían "vamos a hacer una junta, no pues que a "La Comanche" no hay que llamarla", y dijo mi comadre "cómo no, hay que llamarla", se hacían juntas con uno de la CROC, ahí en Gigantes nos juntaba a todas, no que hay que hacer esto, y no pues que tú te llevas...

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