Estructuras que flotan

AutorTania Romero

En arquitectura, a un volumen que queda suspendido, sobresaliendo de su base de apoyo, como una especie de viga, se le llama volado o voladizo. Diversos arquitectos han hecho mancuerna con ingenieros estructuristas para lograr edificaciones con estos recursos y garantizar su seguridad y estética.

En ocasiones, el uso residencial va más allá del mero deseo del propietario de querer un jardín más grande o anhelar vivir en un espacio que casi vuele, pues un voladizo puede ayudar a sortear ciertas condiciones del terreno, como encontrarse en una pendiente.

Una residencia con este tipo de acabados, afirman algunos arquitectos, puede construirse prácticamente en cualquier lugar.

Conozca en esta edición diferentes proyectos que lo demuestran, estructuras que parecen retar a la gravedad y mantienen en pie su esplendor.

-Esta casa, al pie de la montaña madrileña, destaca por sus dos voladizos frontales.

VOLÚMENES

EN EL AIRE

CASA VISTA REAL

Diez y Nueve Grados Arquitectos

México

PRECISIÓN Y FUNCIÓN

La concepción de la Casa Vista Real, ubicada en el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, surgió a raíz de las necesidades del cliente y de las condiciones del terreno. La propuesta fue desarrollada por Jorge Cárdenas, socio de Diez y Nueve Grados Arquitectos.

"Ese terreno tiene una pendiente muy pronunciada, el propietario quería tener todo lo que es el área social y su recámara en la parte de acceso de la calle", recordó Cárdenas.

"Viendo la distribución de las áreas, resultó que la planta de la zona social, la de acceso a la calle, era mayor que las otras plantas; así que, pensando en el aprovechamiento del terreno y de la vista, salió esa forma, ese volado, que viene siendo al recámara principal y al lado se encuentra la alberca y todo lo demás".

Como el terreno es descendente, precisó el arquitecto, no se tenían tantas vistas hacia frente ni hacia los costados, porque éstos dan a vecinos.

"La ubicación de las recámaras nos obligaba a tenerlas hacia la zona de atrás del terreno, hacia donde está la inclinación", contó.

"Es una casa de tres recámaras, no caben las tres en una sola planta, y por la petición del dueño, que quería su habitación con vista a la calle, pusieron dos recámaras en la parte de abajo y se agregó una terraza".

La vivienda ocupa ahora tres niveles: planta de acceso, sótano y el jardín con terraza mirador.

SOLUCIONES ÓPTIMAS

El primer desafío, explicó Cárdenas, fue resolver el tema estructural.

"Ya teniendo la arquitectura, haciendo una línea estructural, el ingeniero calculista me pedía ciertos elementos ahí que iban en contra de la arquitectura: columnas o vigas aparentes", indicó.

"La idea de esa casa era que fuera de concreto aparente, pero para poder desarrollarla se tenía que reforzar con vigas de acero que funcionarían como ligas".

Para respetar el diseño arquitectónico, las vigas se ahogaron en el concreto, para que quedaran ocultas, lo cual implicó hacer un doble piso.

Sin embargo, advirtió, esas 'ligas' de acero y el concreto para sostener el volado no evitaban que la casa pudiera tener un desequilibrio y se deslizara hacia abajo.

Por ello, emplearon un anclaje de terreno para que funcionara como un contrapeso capaz de soportar el volado, el cual pesa entre las 60 y 80 toneladas.

"El volumen está soportado con un par de tirantes que van en cada extremo del volado, éstos recorren toda la casa, los muros interiores, hasta llegar al subsuelo".

Así se generaron dos contrapesos, uno consistió en anclar la residencia directamente en el terreno.

"Se tuvo que idear otro contrapeso, se hizo de 3 por 3 por 3 metros de profundidad, todo lleno de concreto y acero, tenía que pesar mínimo la mitad del tonelaje que requería el peso de la casa", precisó.

El...

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