Etica Empresarial/ La formación ética del sucesor
| Autor | Gonzalo Rivero Torrico |
La formación del heredero de una empresa familiar comprende la serie de conocimientos y habilidades que fueron comentadas en el artículo anterior, pero también se debe prestar atención a muchos aspectos éticos, como los que analizaremos ahora.
Como ya fue comentado, la mayor parte de las empresas familiares en nuestro medio han sido fundadas por personas que, habiendo descubierto una oportunidad prometedora, emplearon muchos años de arduo trabajo y sacrificios para superar las primeras y más difíciles etapas de la vida de la empresa, generalmente apoyados por la esposa y tal vez algunos de sus hijos mayores.
La tónica prevaleciente en los primeros años de la nueva empresa familiar es la de privaciones, tanto para el fundador como para su familia. Es fácil observar que el fundador imponga una disciplina estricta y que la aplique hasta con exageración en la educación de sus hijos. Muchas veces, los hijos mayores no pueden educarse más allá de lo elemental porque deben ayudar a sus padres con el negocio.
La autoridad del padre es indiscutible y las decisiones que toma son llevadas a cabo sin vacilaciones, tanto en la empresa como en el hogar. Por regla general, el fundador de una empresa familiar es del tipo autocrático y paternalista al mismo tiempo. Los hijos muchas veces no disponen de tiempo libre para jugar con sus amigos, pues deben atender las obligaciones que se les imponen.
Tal vez como una reacción ante las privaciones experimentadas en su juventud, y las frustraciones que tuvieron que sufrir, es común observar cómo la segunda generación, cuando se ve libre de la vigilancia y la autoridad del padre fundador, relaja los hábitos y costumbres prevalecientes en la casa paterna, generalmente influenciados por el ejemplo de los amigos que hacen en el colegio mientras estudian.
Los primeros síntomas serios de rebeldía aparecen en muchos casos cuando el heredero inicia relaciones de noviazgo. En esta fase, los deseos de impresionar a la futura pareja y la necesidad de dedicarle tiempo son el detonante para cambiar la situación. El futuro de la relación padre-hijo depende de que el padre reaccione con tolerancia o imponga sus normas y principios rígidos sin contemplaciones. Si la reacción es de tolerancia puede concluir hasta en la incorporación de la nuera en los negocios familiares, por lo menos durante un tiempo.
Pero si el padre reacciona en la forma descrita en el segundo caso, no es raro que el hijo busque otros horizontes, lo que es...
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