Etica Empresarial/ Sucesión y ética en la empresa familiar

AutorGonzalo Rivero Torrico

Por tanto, la preparación del sucesor es una tarea de la mayor importancia en cualquier empresa, pero la decisión de tomar las acciones para que sea bien planeada y ejecutada, frecuentemente se ignora o se posterga en la empresa familiar, mientras que en las demás empresas recibe una atención cuidadosa, que podemos clasificar como sucesión planeada. Además de ésta, en la empresa familiar podemos distinguir otras dos clases frecuentes de sucesión: la improvisada y la inesperada, esta última en el evento de la muerte prematura o incapacidad del fundador.

En primer término, la sucesión se da en lo concerniente a la dirección de la empresa, lo que lleva aparejado el poder de tomar decisiones y la responsabilidad de dedicar el tiempo, talento y esfuerzos que el puesto demanda. Si el heredero del poder asume el puesto con autoridad total, de tipo autocrático, no tendrá que dar cuenta de sus acciones a nadie. Pero si se ha formado un consejo directivo, normalmente integrado por miembros de su propia familia y personas de confianza, las grandes decisiones deberán ser sometidas a dicho consejo para su aprobación y también deberá rendir cuentas de su gestión.

La sucesión también se da en lo concerniente a la propiedad de la empresa, es decir, en la parte que cada heredero tendrá de su capital, de sus ingresos y de las utilidades que genera. La propiedad de estos elementos puede darse independientemente de si el heredero esté trabajando en un puesto en la empresa o no. Si la empresa se maneja con un consejo directivo, posiblemente tendrá derecho a ser informado y consultado y tendrá igualmente el poder de veto, así como la autoridad para sancionar las propuestas o recomendaciones que emanen de la dirección de la empresa y de aprobar los resultados logrados.

La preparación del heredero a la dirección de la empresa es una tarea larga, compleja y delicada. Hoy se insiste en que los hijos que tienen la posibilidad de participar en la futura dirección de la empresa familiar obtengan un título universitario en una carrera compatible con las funciones que desempeñarán y con el giro principal de la empresa. Algunos autores y asesores recomiendan que siga un periodo de tres a cinco años de trabajo en otra empresa antes de iniciarse en un programa de inducción y aprendizaje basado en la observación de lo que se hace en la empresa que heredarán, seguido por la inmersión en una función determinada, como ventas o producción, por ejemplo, hasta dominarla...

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