Everardo Elizondo/ Economía basada en la evidencia
| Autor | Everardo Elizondo |
Francamente no me acuerdo en qué artículo irónico leí, hace no mucho tiempo, que existen tres variantes de economía potencialmente relevantes para el diseño y la ejecución de la política económica, a saber: i) "economía basada en la ignorancia" (ebi); ii) "economía basada en la anécdota" (eba); y, iii) "economía basada en la evidencia" (ebe).
Una lectura rápida de nuestra prensa diaria basta para encontrar ejemplos abundantes de las dos primeras; la tercera constituye -lo digo con inquietud- una categoría amenazada de extinción.
EBI
Uno de los problemas más graves en la economía mexicana es, sin duda, el desempleo secular (el subempleo, el empleo disfrazado, etcétera). En ello consiste, desde luego, la principal explicación de la pobreza. Para combatir el desempleo se necesita cambiar la estructura del mercado de trabajo. Esto último no tiene nada que ver en el largo plazo con la política monetaria. Sin embargo, casi no pasa un día sin que una voz influyente se eleve demandando que el Banco de México "afloje" la restricción monetaria (orientada al combate contra la inflación) para estimular, se dice, a la actividad productiva y a la ocupación de mano de obra. Se trata de un caso (lamentablemente) claro de EBI.
En cualquier exposición elemental de macroeconomía ocupa un lugar prominente la tesis de que la creación de dinero es inútil como "remedio" duradero de los problemas reales de una economía (por ejemplo, el lento crecimiento). La misma idea se encuentra, por supuesto, en los tratados avanzados sobre la materia. Lástima que dicha proposición no haya llegado todavía al bagaje intelectual de muchos formadores de opinión.
EBA
Frente a un fenómeno económico "negativo", la primera reacción del lego es atribuirlo a las causas más visibles y, acto seguido, reclamar que "se haga algo al respecto" -por lo común, la exigencia se dirige al Gobierno. ¿Los automóviles contaminan el ambiente citadino? Que las autoridades les prohíban circular. ¿Aumentan mucho las colegiaturas en las escuelas particulares? Que la Secretaría de Educación Pública las regule. ¿Se cayó el precio internacional del café? Que la Secretaría de Agricultura subsidie a los productores... Y así hasta el infinito.
El profesional de la economía tiene las herramientas analíticas (y la vocación) para "ver" los asuntos en su verdadera complejidad. Esto es, para determinar los factores causales de fondo de los problemas y, quizá más importante: para prever las consecuencias indirectas...
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