Exhibe Frida su ironía
| Autor | Julieta Riveroll |
México.- Entre figurativa y cubista, la caricatura que Frida Kahlo (1907-1954) hizo de sí misma con pechos exuberantes, largos bigotes y un animalito sobre el sexo, confirma su buen sentido del humor, evidente en los dibujos de su autoría que por primera vez se exhibirán en la Casa Azul.
"Su sentido autocrítico le hizo dibujarse como un ser monstruoso, con su prótesis y una boca dentada en la cintura, que sugieren una mujer castradora. Este autorretrato es una conjunción de tragedia y comedia", consideró el curador Ricardo Pérez Escamilla, fascinado por el sarcasmo de la artista.
Guadalupe Marín, la primera esposa de Diego Rivera, tampoco escapó a su ironía, al representarla como una caballona embarazada de dientes grandes y labios carnosos, mientras que a la actriz María Félix la imaginó como un pajarraco tocado con un elegante sombrero, señaló el coleccionista de arte.
Los 50 dibujos de la artista abrirán la exposición "Tesoros de la Casa Azul. Frida y Diego", que se inaugura el 5 de julio con una selección de los más de 34 mil cartas, libros, fotografías, documentos y objetos que permanecieron resguardados durante medio siglo en el llamado "archivo secreto" de Diego Rivera.
"(Los dibujos) Son un testimonio directo de las angustias, de la lucha de Frida por encontrar un equilibrio y, al mismo tiempo, de su nerviosismo y su intensidad para vivir. Una de las principales características de sus dibujos es su originalidad. Con gran facilidad maneja estilos diferentes, algunos de línea precisa y otros muy libres", explicó Pérez Escamilla, uno de los curadores del archivo junto con Pablo Ortiz Monasterio, Marta Turok, Alicia Azuela y Teresa del Conde.
En esta colección hay también dibujos "automáticos", agregó, pues el subconsciente de Kahlo se manifiesta en un desorden de símbolos, líneas y conceptos que expresan estados de ánimo que oscilan de la angustia y el dolor a la alegría.
"Estas composiciones transmiten la velocidad del pensamiento", dijo el curador sobre las piezas halladas en las 30 cajas del archivo que, por órdenes de Rivera, debió permanecer sellado 15 años tras su muerte, pero que su amiga Dolores Olmedo decidió mantener cerrado hasta que ella misma falleciera.
La ansiedad de Kahlo también quedó manifiesta en el libro Keep Murder Quiet, del británico Selwyn Jepson, donde en mayo de 1951 escribió con un plumón de punta gruesa en las primeras páginas: "No puedo dormir! qué lata es ser tan sensible o simplemente tan estúpida".
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