Exhiben policías tácticas

AutorFernanda Carapia y Noé Magallón

Un estallido captura la atención de la población. Todos brincan y unos hasta intentan correr. Los policías de Guadalajara logran detener al causante: un policía disfrazado de delincuente.

Tras la explosión, el maleante está herido y rodeado por tres elementos, uno de ellos apunta su arma directamente al pecho, los otros vigilan los alrededores.

Los árboles que rodean la academia municipal Conchita Becerra de Celis, ubicada en la Colonia Arboledas del Sur, parecen doblegarse ante el aire que provocan las hélices del Zeus, que se "estaciona" sobre el patio.

De prisa descienden dos elementos que corren a apoyar a sus compañeros y se llevan al delincuente, quien viajaba a bordo de un auto negro, en compañía de otro sujeto.

Parece que todo terminó. El lugar es resguardado por la Policía y los dos sospechosos ya están detenidos, uno de ellos con ayuda del escuadrón canino.

De pronto, aparece un hombre ataviado con un traje similar al de un astronauta, pero en verde. En la mano derecha trae una vara de metal y en la izquierda un tipo maletín de color negro.

Abre la puerta del copiloto y detecta un explosivo. Rodea el auto y abre el maletín hasta que queda como si fuera una cobija; con la vara toma el artefacto y lo coloca en la manta, si explota, esto evitará una onda expansiva.

Con la situación bajo control, el oficial sube a una unidad, abren códigos y se alejan, teniendo como fondo los aplausos de las personas que presenciaron el simulacro, parte de la clausura de los programas de prevención social para combatir el delito.

Previó a la persecución, los diferentes grupos de la Policía tapatía hicieron una demostración de su trabajo y la forma en que actúan...

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