Por familias plenas

AutorRebeca Herrejón

Después de una separación matrimonial, los más afectados pueden ser los niños, en caso de que los padres no se pongan de acuerdo sobre la custodia y convivencia posterior.

Justo ese punto es lo que la Asociación Mexicana de Padres de Familia Separados (AMPFS), Capítulo Jalisco, intenta cambiar desde hace casi un año.

Emma Cardeña, vocal de AMPFS, explica que la intención es trabajar para garantizar el bien superior del niño, quien tiene derecho a convivir, en un ambiente de amor y respeto, con sus padres.

La organización se fundó en el Distrito Federal por un grupo de padres y madres de familia separados, a quienes no se les autorizaba convivir con sus hijos, y que enfrentaban diversas problemáticas, como el incumplimiento de las sentencias de convivencia, además de denuncias falsas de diversos delitos, como abuso sexual o maltratos, ejercidos contra a sus vástagos.

En Guadalajara tienen casi un año de trabajo y han orientado a un centenar de papás en esa situación.

Durante la separación, explican los miembros de la organización, hay dos posibilidades: que a uno de los padres se le reconozcan mayores derechos que a otro, lo que da pie a diversos abusos y hostilidades; o reconocer los mismos derechos a cada progenitor, para evitar daños al pequeño.

"La custodia monoparental va en contra del bien superior del niño", agrega Cardeña.

En los procesos de divorcio, añade Christian Martell, quien también forma parte de la organización, la custodia en México generalmente se entrega a las madres, a menos que sea el padre quien la solicite o que ella, por alguna razón grave, no pueda poseerla.

En otros países, como Francia y Estados Unidos, donde la custodia compartida está legislada, el menor convive como mínimo el 35 por ciento del tiempo con el padre quien, normalmente, no está cuidándole todo el tiempo.

La consecuencia de que un solo padre tenga la custodia, abunda, pone en riesgo de que experimenten el Síndrome de Alienación Parental, que implica la restricción de convivencia y visita con el ex cónyuge que no tiene la custodia, a la par de que se le desacredita o, en los casos más extremos, puede haber denuncias falsas de delitos sexuales y abusos.

"Al correr del tiempo, el niño no quiere ver al otro papá, porque creyeron todo lo que le dijeron", apunta Cardeña.

"Y ese daño, desafortunadamente, en un momento dado, se va a dar cuenta de que fue abusado emocionalmente por uno de los dos".

Para evitar esta situación, la institución trabaja en la...

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