Federico Reyes-Heroles/ Dos hipocresías, dos

AutorFederico Reyes-Heroles

El día de hoy la nación más poderosa del orbe elige Presidente. Siendo ésta una decisión exclusiva de los ciudadanos de ese país, en realidad incumbe a todo el mundo. De los rumbos que tomen la economía y la política internacional de la gran potencia depende el futuro de cientos de millones de seres humanos. En esta nueva era de la unipolaridad, muchos caminos cruzan por Washington. Para México el asunto es particularmente relevante. La intensidad de nuestra relación bilateral así lo impone. Lo paradójico del caso es que el predominio del discurso "políticamente correcto" en Estados Unidos disuelve las diferencias. Es muy difícil vaticinar con cuál de las dos plataformas nos iría mejor. Peor aún, dos asuntos centrales para México, por complejos y delicados, no tuvieron definiciones claras por parte de los candidatos Bush y Gore. Me refiero a los trabajadores migratorios y al monstruo del narcotráfico.

De seguir a las actuales tendencias para el año 2050 los Estados Unidos serían la tercera potencia poblacional después de India y China. A diferencia de otros países industrializados que ya no crecen e incluso decrecen, los Estados Unidos han logrado mantener un crecimiento poblacional sano. Aun así su pirámide poblacional tiende a avejentarse, lo cual los obliga ya y los obligará en un futuro a buscar y aceptar mano de obra proveniente del exterior. El propio presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, oficialmente ha destacado la importancia de la mano de obra extranjera en la economía de los Estados Unidos y en su estabilidad de precios. Por fortuna para los estadounidenses y por desgracia para nosotros, varios países del área, incluido México, históricamente ya no pudieron satisfacer cabalmente la demanda de empleos en sus países, lo cual los ha convertido en tristes exportadores de mano de obra. Lo más doloroso del caso es, sin embargo, que de uno y otro lado de la frontera esa difícil situación es tratada más con emociones que con razones.

Del lado estadounidense existe una brutal ignorancia entre el gran público de los muchos beneficios que, para la vida cotidiana de millones, trae el trabajador migrante. Se permite así que la ignorancia evolucione en desprecio y en actitudes xenofóbicas y persecutorias de vergüenza. La posición del Gobierno de nuestros vecinos del norte ha sido, en apariencia, muy clara: uno es el trabajador legal, otro el que violenta las normas de ese país. La cuota de migrantes legales para mexicanos es alta...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR