Federico Reyes Heroles / Cosechando

AutorFederico Reyes Heroles

Miro la imagen. Ella con los ojos cerrados. Él con la mano sobre el pecho y gesto de tristeza. Los Clinton rinden homenaje a Václav Havel, al poeta, al dramaturgo, al opositor, al preso político, al líder de la "revolución de terciopelo", al padre de la República Checa y sepulturero institucional en una de las más pacíficas muertes de país alguno, de Checoslovaquia. Atrás quedaron décadas de comunismo, de imposición soviética, de opresión a las libertades. El primer Presidente libre de la posguerra fue Havel, también el primero en recibir un homenaje de esa magnitud desde Tomas Masaryk, creador de la Checoslovaquia que a él le tocó dividir. Cincuenta dignatarios acuden al sepelio. Milos Forman, el gran cineasta, da cuenta de su sencillez. Pero quizá lo más importante está en las calles. La bellísima Praga se paraliza por el homenaje popular. La grandeza existe, pero por lo visto en México la tenemos olvidada.

En la próxima imagen la imponente Sierra Madre se arroja encima. Montañas enmarcadas por un celaje inconfundible. En medio una grieta de profundidades insondables ha sido superada por la acción humana. El puente El Baluarte -que en su punto máximo se eleva más de 400 metros- es el resultado de años de planeación y de consistencia institucional. Ese México también existe, el de los grandes médicos, arquitectos o ingenieros, capaces de superar inmensos retos. Es el mismo México que electrificó al país y comunicó una de las orografías más caprichosas del orbe. Se puede respirar con optimismo, esas obras sí transforman. Durango y Sinaloa por fin comunicados para posibilitar el tránsito de oriente a poniente. Allí hubo y hay grandeza.

Pero en la próxima imagen está la llamada Estela de Luz que, para muchos, ya quedó allí para recordar lo absurdo del gasto público. Cómo explicar que el inútil monumento haya costado la mitad del exitoso edificio que está a unos metros. Independientemente de criterios estéticos la Estela nos recordará la ineficacia y opacidad a las que somos tan proclives. Los radicales hablan de la Estela de la Muerte, para mentar a los miles de muertos del sexenio. Todo esto ocurre mientras la SEP anuncia en definitiva la cancelación de uno de los programas nodales en la modernización educativa: incorporar a la era digital a las escuelas de México.

No es un asunto de un secretario o de otro, es una vergüenza nacional. Mientras el subsidio a los energéticos ronda los 20 mil millones de dólares anuales, hemos sido...

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