Filetea el pescado 'como lo quieran'

AutorJosé David Estrada

Paciente y exacto, José Reynoso cuenta sus 17 años con el cuchillo tras el pescado, aquel que su estómago sólo puede comer una vez cada dos meses, por eso del olor.

"No se antoja porque lo está uno manejando todo el día, con el puro olor, con eso tiene uno. En tiempos de Cuaresma casi no se me antoja", comenta.

No fue el mar ni la tradición familiar los que acercaron a don José, como le dicen en la pescadería, a los productos del mar, fue la necesidad de trabajo y la cercanía geográfica las que lo convirtieron a la postre en un fileteador experto.

Reynoso asegura que no tiene idea sobre la cantidad de pescados que corta y filetea a diario, depende mucho del tamaño y la forma en que los pida el cliente. "El tiempo de cada uno depende de cómo quieran el filete, a veces nos lo piden en lonja, en trozo, eso es rápido, y cuando lo piden delgadito como estamos haciendo este, que es curvina golfina, se tarda uno más", explica Reynoso.

Lo que hace la diferencia es la Cuaresma, en tiempos de penitencia, los fileteros del Mercado del Mar comienzan a trabajar una hora antes y terminan horas después según los pedidos.

En estas fechas su día laboral comienza a las 5:00 horas, cuando el sol no ha salido y para algunos la noche apenas comienza.

Don José vive cerca del poblado de Tesistán, así que cada día se levanta de madrugada, toma el camión y llega al Mercado del Mar.

"Lo más difícil es acostumbrarse uno a las madrugadas, a más tardar a las 9:00 (horas) hay que andar en la cama", comenta.

Oriundo de San Cristóbal de la...

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