La finca de un ganadero... escoindite de un narco

AutorPablo César Carrillo

Mural /México

El narcotraficante Luis Valencia es un hombre robusto, de 1.68 metros de estatura, de piel morena clara y sin bigote, con tanto dinero, que tenía en su rancho 33 venados "cola blanca" como adorno. Usa camisas a cuadros, pantalón de mezclilla, botas y cinto piteado. Lo busca la Agencia Antidrogas de Estados Unidos; sin embargo, él se paseaba sin guardaespaldas en el pueblo. En su residencia de Guadalajara usaba una computadora con Internet para hacer operaciones internacionales de narcotráfico.

En Mixtlán, Jalisco, tenía un rancho de 230 hectáreas, con bordo, corrales, alberca y 170 cabezas de ganado.

Luis Valencia descansó durante ocho años en su rancho "Las Majadas", en Jalisco, a dos horas de Guadalajara, sin ser molestado por la policía. Se acostaba en una hamaca, bajo un pórtico de tejas, y le gustaba comer queso fresco y tomar tequila, dijo el caporal Antonio González, trabajador de él. Ahí estuvo, muy tranquilo, los fines de semana desde 1991, hasta que fue detectado por la policía hace dos meses.

Para los aldeanos de Mixtlán, Luis Valencia es un ganadero respetado que cada 20 de enero les pagaba una fiesta del santo patrono y quemaba un castillo de pólvora en la plaza.

Para los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos y la Procuraduría General de la República es uno de los hombres que controla para el Cártel de Juárez la llegada de cocaína de Colombia y su traslado hacia Estados Unidos, junto con su hermano Armando.

El apellido de "Los Valencia" apareció en la lista de la "Operación Milenio" por su presunta vinculación con los narcotraficantes colombianos Fabio Ochoa y Alejandro Bernal "El Juvenal", en una organización internacional que introducía a Estados Unidos 30 toneladas mensuales de cocaína. Los hermanos Valencia, según las investigaciones, controlaban la siembra de mariguana y amapola en Michoacán desde los años 80, y muchos de los viejos policías los conocían, pero no los investigaron.

Luis Valencia nunca ocultó su nombre en Mixtlán y nunca llevó guardaespaldas. El rancho "Las Majadas" conserva algo de su personalidad. Es una propiedad con caballos, gallinas y vacas, comederos y corrales, granero, bordo de agua y regiones de agostadero, completamente equipado. Tenía un tractor y una antena de transmisión de señales de radio. Antes, el rancho era propiedad de Jorge Sayavedra, un agricultor local y ex presidente municipal. En 1991 lo vendió a Valencia en una operación millonaria. El rancho tiene cuatro...

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