Florece negocio de camionero

AutorJosé David Estrada y Andrés Martínez

Los líderes de la Alianza de Camioneros afirman que el transporte público no es negocio, pero Jorge Higareda y su familia conservan concesiones individuales y junto con socios se han beneficiado de nuevos permisos, como líneas de transporte de lujo y la concesión del Macrobús.

Dos listados de las concesiones del transporte, uno de 2007 y otro de 2012, revelan que Jorge Higareda, sus hermanos y sus hijos han conservado 23 concesiones de camiones en rutas como la 27-A, 50 y 52, esta última cruza el Centro tapatío, por Alcalde-16 de Septiembre.

Además tienen unidades en la ruta 176, que va del Centro a la zona del Aeropuerto, en el trazo que seguiría la Línea 3 del Macrobús, por Avenida Revolución y la Carretera a Chapala.

Esta familia también obtuvo concesiones en la ruta considerada como la joya de la corona, la 380 que recorre todo el Periférico y que también está entre los trazados para incorporar líneas de transporte masivo.

La Ley de Vialidad establece que una persona puede tener hasta tres concesiones, pero no hay restricciones para que sus familiares también tengan.

Además de los ingresos que obtienen como transportistas, los Higareda, como administradores de la Alianza de Camioneros, recibían a mediados de sexenio un promedio de 4 mil 800 pesos al mes por cuotas administrativas de cada una de las más de mil 300 unidades, de acuerdo a recibos distribuidos entonces por la organización Conciencia Cívica.

Esto representa ingresos de más de 6 millones de pesos al mes y más de 74 millones al año, suficientes para adquirir de contado 60 unidades nuevas por año.

De los casi 80 mil pesos de ingresos que generaba en 2008 una unidad del...

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