Francisco Javier González / Héroes y villanos

AutorFrancisco Javier González

Si los Fantásticos de Marvel son cuatro, tal vez por extensión también se limita a ese mismo número a los llamados grandes del futbol mexicano. También funcionan en cuarteta como si no pudieran haber mas; como si los cupos estuvieran llenos y fuera imposible abrir espacio para alguien mas.

A diferencia de los superhéroes vestidos de azul que son producto de la ficción de la mente del extinto Stan Lee, los de la Liga MX son de la vida real y nacieron en diferente momentos para reunirse a través del tiempo en esa cofradía que anima los torneos: marcando los mayores índices de popularidad y siendo los más vendedores en los dos conocidos aspectos de la mercadotecnia futbolera: la oficial y la pirata.

Del América y las Chivas hay que agregar poco a lo que registra la conciencia popular siendo, desde lejos en el tiempo, los más notables de todos.

El Guadalajara tiene las características naturales que le hacen un gran personaje: mexicanísimo, provinciano en el buen sentido de la palabra, hábil y popular. Pero además, campeonísimo. Los años 60 lo pusieron para siempre en un pedestal irrenunciable.

De las antenas de la televisión mexicana, aún en ciernes en esa misma década, una visión creó al gran antagonista.

Emilio Azcárraga Vidaurreta compró a Isaac Besudo, dueño de una compañía refresquera nacional, a un equipo que reunía las condiciones necesarias.

América, que ya había sido campeón de 1924 a 1928, cuyo capitán fue el primero de la Selección Mexicana en su primer viaje internacional a Guatemala y que tenía entre sus filas a otro pionero -Carlos Garcés- que inventó el siquitibum por el sonido del tren sobre las vías en ese primer viaje, tenía historia suficiente.

No era un equipo inventado. Era un club pionero que fue transformado en el contrapeso de las Chivas. Por poderoso económicamente, porque importó desde entonces lo mejor posible del extranjero, porque fue diseñado para ser querido u odiado, pero siempre visto.

De las anécdotas, historias y broncas generadas por esa rivalidad, se asió el futbol mexicano para crecer mercadológicamente. Buenos equipos ya había antes. Pero ser parte del escenario mediático, tener características tan opuestas y representar a dos de las ciudades mas importantes de la geografía, hicieron reunir los elementos ideales.

Durante la construcción de esta historia con personajes célebres de ambos lados, apareció en escena un gran retador para el América.

Cruz Azul, nacido en el estado de Hidalgo, se mudó a la capital...

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