Francisco Javier González / Para volver a creer

AutorFrancisco Javier González

El lleno garantizado para mañana en el Azteca confirma la manera de ser de la afición que sigue al Tri: se enoja fácilmente, pero también se contenta a la primera oportunidad.

La buena calificación que en Honduras se convirtió súbitamente en una especie de pesadilla alteró el estado de ánimo de nueva cuenta. Después de la olvidable noche del Azteca frente a Jamaica, la Selección dejó de sumar un triunfo que parecía en la mano hasta que el partido jugó sus malas pasadas y la falta de reacción del equipo mexicano dio como resultado otro mal sabor de boca.

La pastilla de menta que nos puede refrescar es importada: se llama Estados Unidos con un cambio generacional que no le está sentando bien.

Los primos del norte tuvieron que llevarse a Costa Rica a jugar bajo una nieve sólo agradable en los cuentos de Heidi. En esas groseras condiciones sólo disparo a gol una vez tras un rebote que su goleador, Clint Dempsey, mandó al fondo para escribir el marcador.

La ausencia de Landon Donovan, quien por lesión sólo jugó los dos primeros partidos de los ocho que lleva la Eliminatoria para Estados Unidos, no ha encontrado sustituto.

Además de la falta de su líder, Jurgen Klinsmann hizo jugar contra los ticos a seis jugadores con menos de 30 partidos internacionales: parece demasiada juventud.

Estados Unidos nunca será pese a ello un rival fácil. Su orgullo, mentalidad y potencia física lo hacen respetable aún en la circunstancia que vive actualmente.

Como la FIFA permite que quien tiene condiciones al límite las ocupe, México se alía nuevamente de las 100 mil gargantas que...

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