Francisco Pérez Arellano/ Metrópoli provinciana y culta
| Autor | Francisco Pérez Arellano |
Al iniciar un nuevo y prometedor Milenio, sucumbir ante la tentación de imaginar el futuro no sólo es inevitable, sino también saludable, para quienes pretenden saber a dónde van.
A falta de una bola de cristal, propongo que, con base en lo que del pasado sabemos, conociendo nuestro presente, con indispensable objetividad y una buena dosis de visión de futuro, prefiguremos la Guadalajara metropolitana en la que muy probablemente la mayoría de nosotros, con nuestros hijos y nietos, viviremos aún dentro de 25 años y que seguramente será una ciudad muy parecida a la que ahora decidamos tener y por la que hayamos trabajado todos.
Para entonces, aunque el ritmo de su crecimiento haya ido disminuyendo paulatinamente, gracias al resultado de los esfuerzos por la descentralización y el desarrollo más equilibrado de las regiones del estado, en esta ciudad vivirán 6.5 millones de habitantes, 2.5 más de los que ahora la habitan.
Jalisco habrá consolidado una importante estrategia macrorregional con otros ocho estados del Centro Occidente del País y Guadalajara, otrora Perla de Occidente, pasará a ser la puerta de México hacia la Cuenca del Pacífico, jalando el corredor del libre comercio hacia el Oriente a través del Puerto de Manzanillo, se fortalecerá como centro de comercio y servicios, e incrementará su planta industrial de punta.
Esta noble y leal ciudad habrá logrado una vez más, sin mengua de su personalidad característica, enriquecer su cultura propia con aportaciones ajenas producto de la globalización, convirtiéndose en una suerte de metrópoli provinciana, abierta a lo mejor del mundo y aportando lo más destacado de las tradiciones mexicanas.
Para entonces nos habremos dado cuenta de que el tamaño de la ciudad no es lo más importante, sino la forma como ésta se desarrolla, pues la calidad de vida no sólo la determina su talla sino su belleza, funcionalidad, seguridad, vialidad y la disponibilidad de empleo, educación, salud, cultura, recreación, etcétera.
Y nos felicitaremos por habernos esforzado en planear adecuadamente ese desarrollo y en vigilar el cumplimiento de lo previsto.
Esa planeación habrá sido realizada en forma integral, tomando en cuenta todos los factores que intervienen en la vida de la ciudad.
Tomando en cuenta el entorno económico, los actores involucrados en el desarrollo urbano y las formas concretas de llevarla a cabo.
Asegurando que el aprovechamiento de sus recursos y la ocupación del suelo se hagan en forma tal, que...
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