Froylán M. López Narváez / A gritos

AutorFroylán M. López Narváez

La conmemoración del "Grito" de Independencia en México se cumple entre azoros, miedos e incertidumbres. Al mismo tiempo mucha gente se aprestó para hacer festejos en casa o en algún lugar convocados por la presencia y trabajo de artistas eminentes, de antaño y hogaño. Remembranza equívoca de una independencia que fue criolla, con la participación confusa de los mexicanos pobres que apenas empezaban a tratar de identificarse de otra manera.

Como nunca los preparativos para la remembranza tuvieron como marca insólita y triste los preparativos para que no repitiese, eso se quería en la víspera, sucesos como el que ocurrió el año pasado en Morelia. Fue mortífero el acontecimiento el 15 de septiembre de 2008: 8 muertos y 140 lesionados. En lunes, el Gobernador, fuertemente protegido, en la compañía de militares, anunció que sí habría la ceremonia pública relevante para la ciudadanía. Leonel Godoy convocó para honrar a mexicanos (también hubo extranjeros destacados) que "nos dieron Patria y libertad".

La Patria y las libertades de las consignas ideológicas no corresponden a la vida de los actuales habitantes de México, en su parte grande. Los bienes, terrenos y servicios a los que accede la minoría de los nativos de aquí, no están a su disposición. Ni en sus trabajos ni en sus remuneraciones puede sostenerse honestamente que los indigentes alimentarios y de nula propiedad, más de la mitad de la población, "gocen" de una patria justa o al menos equitativa. La gangrena de la injusticia en ministerios públicos, tribunales de todo corte, evidencia que la nación mexicana es hoy, y desde siempre, un territorio en el cual inequidad y la iniquidad son prevalecientes. También hay ciudadanos multimillonarios, megamillonarios, ricos y riquillos, a quienes, por lo menos en sus haberes, no les va tan mal.

La PGR divulgó que movilizaría a todo su personal ministerial, agentes federales y peritos en el país. Esperaba la frecuentemente fallida organización ministerial y policíaca que no hubiesen provocaciones, atentados y violencias criminales fuertes. Empero, los movimientos, en toda la República, no atendían a cuidados usuales. Se hizo saber que Michoacán estaría bajo mirada y prevenciones hipertensas.

En el Grito principal, en el Zócalo, las medidas preventivas y precautorias no fueron menos extremas. Insólitamente, en Palacio Nacional, el Estado Mayor Presidencial ordenó que...

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