G.L.Othón / Alfredo di Roma
| Autor | G.L.Othón |
Cocina Italiana
Hotel Presidente Inter-Continental
Av. López Mateos Sur esq. Moctezuma
Tel. 6378-12-77 y 34
Comida ****
Servicio ****
Ambiente ***½
Gran singularidad tienen los restaurantes instalados en algún hotel, son eficientes, cosmopolitas y poseen una especie de atemporalidad como para hacer sentir que se está en un lugar lejano. Al menos a mí es lo que me pasa, me olvido de lo que dejo afuera e intento sentir que estoy de viaje, es como jugar a ser trotamundos en tu propia Ciudad; además tratándose de un eslabón más de la casa Alfredo di Roma la visita se convierte en obligada. Un buen consejo es reservar su mesa con antelación.
Entre el mito y la leyenda se bifurca la historia de Alfredo di Lelio y su famosísimo fettuccini, es curioso que muchos italianos nieguen tajantemente conocer el platillo, aunque esté incluido en cualquier restaurante que se precie de ser italiano, es curioso también cómo despertó tanto interés entre artistas, políticos y turistas en general. Curiosísimo sin duda es que su emblema, un tenedor y una cuchara de oro, haya sido un ocasional regalo de dos celebridades del cine hollywoodense: Mary Pickford y Douglas Fairbank; quizás toda esta conjunción de factores es lo que ha ido acumulando fama y fortuna para Alfredo di Roma en no pocos lugares del mundo.
El espacio no guarda similitud al recuerdo visual que tengo del Alfredo del pabellón italiano en Epcot, que funciona desde hace varios años; supongo que es más semejante al de Cozumel, ya que ambos se hospedan en la misma cadena hotelera; pero los elementos omnipresentes son la música tradicional y la colección fotográfica de personalidades de todos ámbitos que con ánimo festivo se dejan bañar por la sonrisa de algún miembro de la dinastía y por un buen manojo de fettuccini.
En lo que no hay duda es en el recuerdo gustativo, mi paladar evocó totalmente el inconfundible sabor de los derivados lácteos, chocolate, confituras y otros tantos ingredientes transportados de origen para surtir las bodegas de todas las sucursales que ostentan. Es un acierto que tomándose esa molestia nos acerquen a la verdadera sensación de la gastronomía italiana.
La agradable cena comienza con un pequeño tazón de aceitunas y bruschetta de jitomate como bienvenida, luego la elección del vino. Como entre cuatro comensales a veces es difícil llegar a un acuerdo y validándonos de una considerable oferta de vinos por copa, cada cual eligió según su antojo. Alguien pidió una copa de tinto...
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