El Gabinete del Dr. Caligari / Jesuitas y la bomba

AutorAlfonso Islas

La orden de los jesuitas en el mundo ha sido muy inquieta; han sido expulsados por sus ideas sociales de liberación e independencia humanística de varios países, incluyendo el nuestro, pero que no se malentienda el título del Caligari de hoy, se refiere en realidad al interés que estos Padres revolucionarios siempre han tenido en la ciencia. Dentro de sus filas se pueden contar astrónomos y astrofísicos.

Su influencia ha contado para que en El Vaticano exista un laboratorio que parece haberse establecido con el objetivo esencial de observar las revelaciones de los meteoritos celestiales.

En 1896, el jesuita Frederick Odenback, del colegio jesuítico de San Ignacio, en Cleveland, Ohio, desarrolló un interés inusitado por la ciencia de la meteorología, pero sin saciar su hambre de conocimiento, en 1900 repentinamente tornó su capacidad de estudio hacía la sismología.

Construyó un sismógrafo y empezó a registrar los movimientos de la Tierra.

Después de algunos años, al Padre se le ocurrió una idea idem: pensó que si su orden religiosa estaba representada en casi todos los países del orbe, entre los cuales se mantenía comunicación más o menos fluida, entonces por qué no organizar una cadena de estaciones de observación sismológicas alrededor del mundo para así tener una idea completa de cómo se movía toda la costra terrestre.

En 1909, el Padre Odenback escribió a todos los colegios jesuíticos de Norteamérica para solicitar su ayuda y lograr la red sismográfica referida; les mencionaba en la carta que si lograba una pequeña ayuda de sus amigos "harían historia en la ciencia".

Pronto la respuesta se tradujo en la instalación de 18 sismógrafos en diferentes colegios dentro de EU y Canadá. Sin embargo la gran primera guerra y las obvias preocupaciones de la orden por tal motivo interrumpieron la proeza.

Con nuevos bríos, en 1925 otro jesuita, el Padre John Macelwane, que impartía sus conocimientos de geofísica en la Universidad Washington, en San Luis Misuri, reanimó y extendió la red sismológica a países como Australia, Bolivia, China...

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