Gaceta del Charro / Alacranes II

AutorGermán Dehesa

Por tanto hablar de elefantes, el día de ayer no tuve el espacio suficiente para hablar con la debida calma del jumbo-merengue que se armó con motivo de la dramática aparición del animal que cambiaría nuestras vidas, la de Fita y la mía. Ya les platiqué muy sucintamente el momento del alarido de la gobernanta de mi casa de piedra cuando descubrió, como en "Ricitos de Oro" que alguien estaba durmiendo en su camita; ese alguien era el alacrán que, a efecto de que no haya muerto en el anonimato, llamaremos Roberto. Descanse en paz.

Los que no hemos descansado somos los habitantes y usuarios de esta casa. Yo en particular me puse medianamente amostazado. Apenas hace dos semanas recibimos la visita de los fumigadores quienes nos obligaron a abandonar nuestras instalaciones durante varias horas. Su reporte fue que habían trabajado a fondo y que todo estaba en regla. Les pagué, se fueron silbando el himno de los fumigadores y todo estuvo en calma hasta que apareció Roberto. Conteniendo la furia, me puse en contacto con los susodichos quienes, en lugar de pedirme perdón, se dieron por ofendidos. Me va usté a disculpar, mi señor, pero lo nuestro es el exterminio de ratas, no sabe usté qué santos animalones sacamos de su casa (han de ser mis compañeros de Poker, pensé). Decía esto y gesticulaba cual si hubiera extraído de mi hogar dos ocelotes y un tigre de Bengala. Nosotros cumplimos, lo del alacrán ya es otro departamento y, como quien dice, hay que aplicar una técnica distinta. Bueno, bueno, ustedes ¿podrían exterminar a la familia de Roberto? Perdóneme, mi señor, pero no es lo nuestro; lo nuestro son los roedores, ¿los alacranes son roedores? Pues yo creo que no, aunque nunca les he visto los dientes, ni siquiera sé si tienen dientes. No son roedores, mi señor, y por lo mismo no le podemos hacer este trabajo. Dicho esto, se despidieron y partieron canturreando.

Eficazmente auxiliado por mi staff (Pancho), conseguimos hacer veloz contacto con el Escuadrón Antialacrán, sabiamente comandado por otro perillán muy similar al que comanda el Agrupamiento Rafa. Una vez que le hube planteado el caso, me...

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