GACETA DEL CHARRO / Todo cabe

AutorGermán Dehesa

De Dallas regresé el domingo a la tierra de las mil transas. No quiero dejar atrás mi experiencia tejana sin recordar al prócer Emilio Pimentel quien, tras intensas jornadas de ayuno, nos invitó a desayunar en el mejor hotel de Dallas. Comí como orate. En la puerta ya estaban los paramédicos quienes milagrosamente no fueron necesarios. Lo que tendrían que haber llevado era una grúa para levantarme.

Ya parado me sentía como esos garrafones a la mitad que chacualotean para todos lados. Dos horas después me empacaron rumbo a México y en el camino todavía escribí mi artículo y no comí los horrores que confecciona Mexicana. El vuelo fue terso y veloz, los trámites de aduana y todo el ritual de ingreso lo cursamos en un periquete. Pancho ya estaba al volante y listo para zarpar. Me dio tiempo de llegar, saludar, agradecer a la Rubia Misteriosa su invaluable ayuda en el doble papel de secretaria y enfermera, desentenderme del mundo y derramarme en mi sillón para ver el América-Chivas que, como ya es sabido, terminó con el anonadamiento del "equipo" América. ¡Ay, de veras que si no fuera por estas satisfacciones!

Ya instalado en la casa de piedra y flores, he descubierto algo enormemente obvio: hace un frío que provocaría la rebelión de los osos polares que exigirían en un pliego petitorio unos buenos calentadores. Con tal motivo y con tu ayuda he decidido que comencemos ya la "Operación Cobija". Te reúnes con tus vecinos, hacen una coperacha, compran unas buenas cobijas y las reparten en su vecindario, o donde más necesarias las crean. Ése es un camino, pero hay muchos más. En esta negociación, que tiene como prioridad querer mucho a la gente, podemos poner nuestros años de experiencia a su servicio. Sabemos dónde comprar, cómo colaborar con el GDF, dónde están los sitios más necesitados, etc. Tan fácil como comunicarse con Gaby al 5611 6513 y de inmediato nos ponemos a la tarea. Por lo pronto, me parece urgente darles su cobijita a los policías que hacen guardias nocturnas y tienen que dormir en el suelo como cualquier animal y sin poder taparse con nada. Pero así...

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