La Gaceta del Charro/ Sostiene Tabucchi

AutorGermán Dehesa

Hace algunos años, leí una novela misteriosa y conmovedora. Su autor es Antonio Tabucchi (Pisa, 1943) y se titula "Sostiene Pereira". Ya desde aquí comienza el misterio. ¿Qué sostiene Pereira y ante quién? En principio, Pereira es un pobre diablo, un ínfimo periodista que malvive en la catatónica Lisboa de Oliveira Salazar. Es viudo, platica mansamente con la fotografía de su esposa muerta y se gana (o desgana) la vida preparando notas necrológicas de los personajes importantes que, de una manera u otra, dan señales de que pronto morirán. Gracias a los afanes de Pereira, el roñoso periódico donde trabaja puede ser el primero en publicar el elogio fúnebre de cualquier difunto relevante. Así transcurre la aceda existencia de Pereira. De pronto, algo ocurre: un joven que lucha contra la dictadura aparece en su departamento de viudo domesticado. A Pereira le aterra esa tentación de vida que el joven encarna; pero lenta, sigilosamente las saudades se disipan y Pereira renace. Lo demás ya lo saben, o ya lo leerán ustedes. Llegarán al final del libro, o de la hermosa película protagonizada por un Marcello Mastroianni ya muy cercano a la muerte, y la duda persistirá: ¿qué sostiene Pereira?, ¿ante quién sostiene?, ¿ante un jurado, ante sí mismo, ante la sombra de su esposa, ante la vida? No tengo respuesta, aunque intuyo que sólo vive aquel que encuentra algo que sostener ante quien sea y al costo que sea.

Ahora en el ominoso 2003, los catalanes han organizado un encuentro de intelectuales y artistas titulado "Sostiene Tabucchi". No salimos de un enigma cuando ya estamos en otro. Según las notas periodísticas, Tabucchi ha hecho uso de la palabra y con una melancolía digna de su personaje ha sostenido que el mundo vive bajo el reinado absoluto de la televisión. Me dirán y con razón que Tabucchi no está diciendo nada nuevo. Ya teníamos noticias de la aparición del "Homo Videns" (G. Sartori. Ed. Taurus), pero aquí lo interesante es que Tabucchi no es un teórico, es un sensitivo habitante de la Italia del Giotto, de Dante, de Leonardo, de Pirandello que contempla a su país, cargado de historia y de belleza, gobernado ahora por un bribón apellidado Berlusconi cuyos únicos méritos consisten...

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