Un gachupín con historia

AutorViridiana Muñoz

La combinación de piloncillo, granillo y harina integral que mezcla el pan gachupín desde tiempos de La Conquista aún se prepara al calor de los hornos de leña en Hostotipaquillo, Jalisco, poblado que formó parte de la Nueva Galicia.

"Atraídos por el oro, ópalo, cobre y otros recursos mineros del Municipio, los españoles se asentaron por el año 1600, trayendo consigo la receta que se conocía como 'el pan de los gachupines'.

"Yo aprendí a hacerlo desde los 17 años de edad, con el panadero Rodolfo Marhaver, que cuentan, era un mestizo, hijo de un español. A los pocos años me independicé, y en 1973 fundé mi horno con una mesa de piedra y bóveda de adobe, que es lo que hace más sabroso al pan", relata don José Antonio Flores, de 67 años de edad, fundador de La Mundial Panadería.

Son más de 40 minutos los que toma el amasado, y 20 los que pasa al interior del horno, que a diferencia del subcinericio, se cocina con las brasas y no con las cenizas, no toca la fuente de calor, lo que da como resultado un pan impregnado de aromas a...

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