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Genaro Lozano / Contradicciones

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Vincent
AutorGenaro Lozano

ROMA.- La 4T aún está definiendo cuál quiere que sea su lugar en el mundo y hasta el momento manda señales contradictorias. Por un lado, México tiene y ratifica múltiples compromisos globales, pero, por el otro, el Presidente López Obrador ha decidido guardarse en Palacio Nacional en lugar de salir al mundo para dar a conocer cuál piensa que debe ser el papel de nuestra diplomacia en el nuevo desorden internacional y cómo proyectar la imagen del primer gobierno de izquierda electo en el México democrático.

Para quienes deseamos un papel más vigoroso de nuestra diplomacia y una presencia global más sólida hay muy buenas noticias. México acaba de ratificar su intención de ser nuevamente miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para el bienio 2021-2022. Esta decisión puede tener detrás la influencia de Juan Ramón de la Fuente, nuestro representante ante la ONU; de la subsecretaria Martha Delgado, y, por supuesto, del canciller, Marcelo Ebrard. Ellos tienen una buena visión de las responsabilidades globales y de la necesidad de que la 4T tenga eco internacional.

El Consejo de Seguridad es el máximo órgano de toma de decisiones en las Naciones Unidas. Ahí se toman decisiones para mantener la paz y la seguridad internacionales, por lo cual el voto de sus 15 miembros es definitorio para establecer operaciones de mantenimiento de la paz o para emitir sanciones contra algún país que viole la Carta de la ONU. Es decir, este órgano de decisiones obliga a sus miembros a no ser floreros, sino a tomar una postura sobre temas candentes como la guerra civil en Siria, el conflicto en Yemen, la expulsión de musulmanes rohinyás de Myanmar y su refugio en Bangladesh, Irán y el acuerdo nuclear, Corea del Norte y su ambición nuclear y, claro, la situación en Venezuela.

México ha sido miembro no permanente del Consejo de Seguridad en 4 ocasiones. La primera vez fue en 1946, cuando recién fue fundada la ONU. Posteriormente, en el bienio 1980-1981, durante la Presidencia de José López Portillo; luego en 2002-2003, durante la Presidencia de Vicente Fox; después en 2009-2010, durante el calderonato.

Tal vez la participación más polémica de México en el Consejo haya sido la de 2002-2003. Primero...

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