Gilberto Parra/ UdeG: Definiciones

AutorGilberto Parra

Frente a la doble determinación -Cámaras federal y local de Diputados- de auditar la aplicación de fondos federales y estatales por la UdeG, las autoridades universitarias están desplegando una campaña de resistencia que se manifiesta, principalmente, en su pretensión de recurrir al Amparo, por una parte; y por la otra, usando las siglas de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior) como escudo de protección -y de presión-. Triste papel adoptan quienes debieran ser los primeros interesados en dejar claro para tirios y troyanos, que en la UdeG las cuentas son claras y limpias.

Ante tal campaña, en lo personal, estoy ahora más preocupado que cuando impulsamos el acuerdo de ambas Cámaras debido a que tanta resistencia pudiera estar denotando interés por ocultar cosas turbias, ésas que la gente común puede ver, intuir y hasta comentar; pero que sólo una auditoría responsable y profesional puede dejar al descubierto. Ante la sinrazón de la resistencia que deploro, vuelvo al tema animado por voces nuevas que han ampliado el horizonte de discusión.

De gran valor son las expresiones que en la calle se están dejando oír, con las que el hombre y mujer de nuestro pueblo dicen que nada de malo tiene que se muestren las cuentas de la que es su universidad. Valía especial la de aquellas opiniones que toman lugar en las páginas, micrófonos y pantallas de los medios de información, fijando la posición que su conciencia -o intereses- les dicta. De todas ellas, sin embargo, destacan por propio peso las definiciones que sobre este tema han manifestado algunos candidatos a la Presidencia de la República, quienes al respecto fueron interrogados al pisar tierra jalisciense.

¿Cuál es la razón del especial peso específico de tales opiniones? En primer lugar, se trata de hombres que están ahora en el centro de los reflectores y de la opinión pública, buscando demostrar que llevan consigo la propuesta electoral que los mexicanos debemos respaldar, para resolver la grave situación de crisis en que los malos Gobiernos nos han colocado. En segundo lugar, ellos tienen presente que cualquier paso en falso pude traducirse en resbalón, lo que les hace cuidar -aunque uno de ellos parezca aficionado a "meter la pata"- cada cosa que dicen o callan, cada acto u omisión, cada sitio que visitan o ignoran, cada mano que estrechan o rechazan, etcétera: van, pues, con pies de plomo, y éstas son sus definiciones: Porfirio, con la voz del...

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