Un grito ritual

AutorRebeca Pérez Vega

Sin importar el ánimo nacional, los mexicanos establecen una tregua el 15 de septiembre para festejar y gritar a pecho abierto el orgullo que sienten por los héroes patrios que lucharon por la Independencia.

Este día no hay enfados, la crisis se olvida y reclamos a la autoridad se reservan para después. La fiesta inyecta energía y dignidad que se nota en las calles, describen historiadores y cronistas.

"Es una fiesta popular que tiene un gran rebote social, la gente remarca esta idea identitaria asociada, más allá de la Virgen de Guadalupe, a figuras laicas que cobran esa relevancia casi mística, es la gran fiesta popular del País, es una tradición ritual como la Romería de Zapopan, la gente va espontáneamente, no la convocan, no hay acarreados.

"Esté quien esté, sea un Presidente, Gobernador o Alcalde impopular, la gente responde, aplaude, lo importante es la fiesta que no sólo es cívica, es cultural, identitaria, colectiva y popular, entre cuetes, confeti, mariachi y matracas", apunta el cronista Juan José Doñán.

Para el historiador Javier Fregoso Zárate, la fiesta tiene un sabor de arraigo, pero también de conciliación, incluso en épocas aciagas es un respiro. Los mexicanos le dan una tregua a sus problemas, pero también a sus resentimientos.

"Aunque sean presidentes muy impopulares, los mexicanos contestan con un fuerte 'viva', hay un sentimiento patriótico compartido que nos une a todos en un grito", apunta Fregoso Zárate, académico de la Universidad de Guadalajara.

En este mes aflora el nacionalismo, el amor patrio, ésta es la mayor fiesta del País en la que los mexicanos salen a ocupar el espacio público sólo para festejar, no para protestar, añade el historiador Jaime Olveda.

La conmemoración es de tal importancia que no ha dejado de realizarse incluso en medio de las tragedias. Durante la intervención francesa y estadounidense se hacía la fiesta de forma clandestina, pero nunca se canceló, manifiesta Fregoso Zárate.

"Hay costumbres que se convierten en obligaciones y éste es el caso, es un acto que no se puede cancelar, incluso en medio del luto. En 2001 hubo intención de suspender el Grito tras los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York, pero fue imposible, incluso contra la voluntad del Presidente Vicente Fox, no se pudo cancelar la tradición", precisa Fregoso Zárate.

Aunque la celebración del Grito de Independencia como se conoce actualmente tiene ya más de 100 años de antigüedad, la conmemoración se remonta casi dos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR