Ni gruperos ni valses animan al PRI

AutorCarlos Maguey

La victoria no llegó, aunque tampoco los priístas estaban preparados para recibirla.

Durante la jornada de ayer, la militancia no abarrotó la sede de su partido, no organizó fiestas en el patio, ni entonó cánticos de victoria; apenas unos cuantos, abrumados por el lento compás de los valses, pudieron cumplir con el compromiso de estar presentes y encarar la derrota.

Por la mañana fueron colocadas bocinas en el patio de la sede del PRI que permanecieron mudas hasta entrada la tarde, cuando comenzaron a tocar música de vals que reflejaba el mínimo ánimo de los priístas en Jalisco.

Apenas unas 40 personas ocuparon un lugar en el patio, donde las televisores sintonizaron los partidos de futbol de Europa y sólo, de manera eventual, se buscaba ver las transmisiones del ambiente electoral en el país.

Por la mañana, los priístas habían denunciado que una monja supuestamente colocaba más boletas de las que debía en la urna para elegir Presidente; y se quejaban de que sacerdotes en Zapopan y Mascota pedían a sus feligreses que no votaran por el PRI, porque de hacerlo caían en pecado.

Maximiliano Silerio, delegado del PRI, llegó de votar y no volvió a salir en todo el día de su oficina, hasta que se anunció la derrota, aunque por la tarde recibió la visita del ex Gobernador Guillermo Cosío Vidaurri y el ex dirigente estatal, Francisco Morales Aceves.

Con una sonrisa en la boca, ambos políticos aseguraron tener confianza en el triunfo del PRI en el...

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