Guadalupe Loaeza / Grito de terror

AutorGuadalupe Loaeza

Hoy, 15 de septiembre del 2016, los mexicanos de toda la República Mexicana estamos aterrados. Los que podemos aprovechar "el puente", lo único que queremos es huir. Alejarse a cualquier parte del territorio mexicano con tal de no recordar las fiestas patrias. No estamos de humor de gritar: "¡Viva México!". Desde el viaje de Trump a nuestro país, nos sentimos traicionados, enojados y muy indignados de tener a un Presidente "sin cacumen", como diría doña Lola. Es decir que no sabe discernir y que por lo mismo está hecho bolas. No sabe ni qué onda, ni se da cuenta que con esta invitación ofendió a millones de mexicanos. Entonces, ¿cómo gritar "¡Viva México!", si sentimos que se nos está deshaciendo entre las manos? ¿Cómo festejar estas fechas patrias si ya ni nos acordamos de nuestros héroes que supuestamente nos dieron patria? ¿Cómo sentir alegría en nuestros corazones por estas fiestas, si nos sentimos vacíos de cualquier sentimiento patriótico? Leo el poema de Amado Nervo titulado A México y siento una congoja profunda:

¡Ay infeliz México mío! / Mientras con raro desvarío / Vas de una en otra convulsión, / del lado opuesto de tu río / te está mirando, hostil y frío, / el ojo claro del sajón. / ¡Cese tu lucha fratricida! / ¡Da tregua al ímpetu suicida! / ¿Surges apenas a la vida / y loco quieres ya morir? / ¡Torna a la digna paz distante / Que ennobleció tu ayer radiante / Y abre un camino de diamante / en el obscuro porvenir!

El otro día, mi nieto mayor me preguntó por qué el Presidente había invitado "a ese gringo tan feo y tan grosero que insulta a México". No supe qué contestarle. "Tal vez fue por distraído, o porque se le cruzaron los cables, o porque de plano no conoce la historia de México". Tomás se alzó de hombros y se fue corriendo para seguir jugando con sus hermanos. Claro, sentí vergüenza y por más que quise no pude yo alzarme de hombros. Al contrario, sentí que se me caían hasta el suelo y me sumí en una extraña perplejidad. Hace unos días recibí un correo de mi amigo alemán Ernst Schenen, quien viviera muchos años en México y cuya historia y cultura admira y conoce a profundidad. Nada más me puso una frase: "Querida, más y más vergüenza. Ahora por Trump. Un escándalo sin precedente".

Esta tarde iba en el coche en medio de un tráfico atroz. Como los coches no avanzaban por Constituyentes, me puse a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR