Guadalupe Loaeza / Hillary también llora...

AutorGuadalupe Loaeza

No, no lo pudo evitar. Empezó contestando muy bien a la reportera cuando ésta le preguntó, cómo se encontraba personalmente después de su derrota en Iowa, cuando de pronto se le nublaron los ojos. Súbitamente su mirada se puso triste: "No es fácil... Pero yo no podría estar en esto (luchando por la Presidencia de Estados Unidos), si no creyera en lo que creo. ¿Sabe? Tengo tantas oportunidades para este país...", seguía diciendo la precandidata por el Partido Demócrata, Hillary Clinton, totalmente abrumada por todo lo que sentía, es decir, cansancio, impotencia pero sobre todo frustración por haber quedado por debajo de Obama en las primarias de este estado (el 3 de enero de 2008). Por más cerebral, pragmática, rígida, distante y fría que parezca Hillary, sobre todo ante sus detractores, ella también tiene la capacidad de sentir coraje y hasta humillación cuando las cosas no le salen como quiere, no obstante tiene enormes posibilidades de ganar no nada más las elecciones internas, sino la Presidencia de su país. Incluso el periódico de más influencia en Estados Unidos, The New York Times, apuesta por ella (y por el republicano John McCain) "'Nos impresiona profundamente la profundidad de sus conocimientos, la fuerza de su inteligencia y su amplia experiencia', escribió el comité sobre Hillary Clinton, de la que subraya la experiencia adquirida por la senadora por Nueva York en el Senado y su dominio sobre temas de seguridad nacional. 'Se ha ganado el respeto de los dirigentes internacionales'". (El País, 21 de enero de 2008).

Respecto a las lágrimas de Hillary, que tal vez hicieron que triunfara arrolladoramente en las primarias de New Hampshire, los republicanos y los sectores más conservadores vieron en esta actitud como una estrategia más de la senadora demócrata y como una reacción totalmente falsa; los más tolerantes afirmaron que había sido una respuesta demasiado emotiva: "¿usted votaría por la presidencia a una mujer que se pone a llorar porque no gana, en las primarias, un estado?", se preguntó el siquiatra Dick Morris invitado por el conductor de Fox News para que analizara las lágrimas de Hillary. "En realidad se trató de un nervous breakdown, o bien, pudo haber sido que la senadora sentía que ya estaba perdiendo la campaña". ¿Qué hubiera dicho el especialista si el que se hubiera quebrado hubiera sido el candidato republicano McCain? ¿Hubiera hecho las mismas reflexiones? Mientras en un hombre se hubiese percibido como un signo...

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