Guadalupe Loaeza / Sofía y lo efímero

AutorGuadalupe Loaeza

Sofía está muy confundida con las últimas declaraciones de López Obrador. "La verdadera felicidad es estar bien con uno mismo... No el lujo barato, la ropa de marca, las alhajas... eso es efímero". Lo primero que hizo al escucharlo fue consultar el Diccionario de la Lengua Española para informarse respecto al verdadero significado de la palabra "efímero": "Pasajero, de corta duración". Lo que más perturbó a Sofía es que el Presidente menospreciara "la ropa de marca". Ella era adicta, precisamente, a las marcas. A los 26 años empezó a trabajar como publirrelacionista de una marca francesa conocida en todo el mundo, no nada más por sus perfumes, sino por su ropa ideada por los mejores diseñadores europeos. Gracias a su trabajo aprendió a apreciar todo lo que hay detrás del universo de la moda, no se perdía un desfile, el lanzamiento de un perfume o la convivencia con grandes creadores. "La moda también es cultura. Siempre ha existido desde los romanos y los griegos", le explicaban los artesanos y las grandes costureras y bordadoras que creaban verdaderas obras de arte gracias a la creación de grandes modistos y promotores, cuya imagen y éxito no hacía más que estimular la economía de su país.

Lo que más le gustaba a Sofía de su trabajo era el trato con los fabricantes mexicanos, quienes copiaban a la perfección los "patrones" de ropa y de los accesorios enviados desde París. Fue así que la marca que Sofía representaba con tanto orgullo comenzó a fabricar corbatas, joyería de fantasía, vestidos, blusas, zapatos, mascadas, sin olvidar el perfume y el envase tan característico de las dos palomas cuyos picos apenas se rozaban.

El salario de publirrelacionista era mínimo, compensado con ropa confeccionada por manos francesas. "Son mis uniformes", se decía feliz de estar perennemente a la moda. Durante 15 años guardó blusas, pantalones, faldas, bolsas, vestidos largos y chales de la marca que representaba. "Es tan bonita y de tan buena calidad que se las heredaré a mis nietas", pensaba entusiasmada. No, estas prendas conservadas con tanto cuidado y nostalgia nunca fueron efímeras. Allí están bien guardaditas con su bolsa de plástico. De hecho, muchas de ellas han vuelto a la moda. Pero naturalmente ya no son de su talla.

"¿Por qué no se puede estar bien con una misma, como...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR