Guadalupe Loaeza / ¿En qué país vivimos?

AutorGuadalupe Loaeza

Después de leer el largo reporte de Valentina Palma Novoa, una de las 30 mujeres violadas de San Salvador Atenco, tengo ganas de gritar, de insultar, pero no sé a quién. Siento vergüenza pero no sé de qué. ¿De vivir en un país cuyas policías se comportan como animales? ¿De vivir en un país donde no existen los derechos humanos? O ¿de vivir en un país en donde a una mujer se le puede aprehender, violar, golpear y casi hasta matar por el solo hecho de ser mujer? Allí están las muertas de Juárez. Allí está el caso de Lydia Cacho. Allí están las mujeres golpeadas. Y, ahora, allí están las violadas de Atenco. Allí están todavía muchas de ellas detenidas. Allí están las fotos de estas mujeres con las nalgas negras y los senos llenos de hematomas por los golpes. Allí están también las mujeres a las que obligaron a hacer sexo oral a los policías. Eran amas de casa. Una de ellas, una señora de 50 años, fue obligada a hacer sexo oral a tres policías para que la dejaran libre... tenía miedo de que la golpearan como lo habían hecho con otras detenidas, así que tuvo que acceder a hacer lo que ellos querían. Al fin la dejaron irse. Existen testimonios de que habría más de una compañera violadas, que temen estar embarazadas. ¿Qué pueden hacer? ¿Solicitar la píldora del día siguiente? Seguramente las autoridades no se las darían, porque sería reconocer que en efecto hubo una violación.

¿En qué país vivimos?

Y a pesar de todos sus testimonios, de sus denuncias hechas a la Procuraduría General de la República y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el señor Yunes, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública federal, dice que quitarse el uniforme de policía, incluyendo todos los accesorios, les tomaría muchísimo tiempo para una violación. ¿Qué no sabrá que no es necesario estar desnudo para violar a una mujer? Por su parte, el panista Felipe Calderón todavía declaró hace unos días que era necesario comprobar los presuntos abusos cometidos por la policía en San Salvador Atenco. "Los hechos de abusos de la fuerza pública deben ser condenados; aunque algunas de las afirmaciones que se hacen son tan graves, que primero deben ser probadas, no basta solamente decir; el señalamiento es tan delicado, que primero debe ser probado", dijo. ¿Cómo de que debe ser probado? Probado, ¿cómo? ¿De qué manera? Si muchas de ellas ya mostraron los golpes, los moretones, los pellizcos, las patadas y las mordidas que tienen en su...

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