Guerreras: en pie de batalla

AutorRuth Álvarez

La lucha contra el cáncer de mama las ha golpeado, en su cuerpo y en sus bolsillos. Sin embargo, para muchas de ellas, la familia es un motivo para dar batalla día a día.

A Patricia Ayala Orduño, de 51 años, la falta de recursos económicos para enfrentar el cáncer de mama la hizo pensar que no volvería a ver a sus familiares.

"No sé qué vamos a hacer, pero yo creo que me voy a morir, porque no hay dinero para esos tratamientos", recuerda fue lo que le dijo a su hija tras conocer su diagnóstico.

Desde hace diez años ha luchado contra esta enfermedad. Aunque en 2016 la dieron de alta de cáncer de mama, la afección regresó en 2017 en tiroides y actualmente en 2020 lo padece en el esófago.

Pese a que tiene la mejor actitud para superar de nuevo la enfermedad esta vez lo hará sin un aliado: el Seguro de Gastos Catastróficos.

"Cuando existía el Seguro Popular ellos cubrieron el tratamiento, por un año completo y ya después fueron disminuyendo un poco los apoyos, pero ahorita la verdad no hay dinero. No sé qué está pasando con el Gobierno, pero apenas parece que va a empezar el apoyo, pero ha sido difícil porque son tratamientos muy caros", lamenta.

María Mercedes Salazar Orozco, de 69 años, se trasladó desde Teuchitlán a Guadalajara para recibir quimioterapias para controlar el cáncer, pero no lo hubiera logrado, sin el apoyo que le brindó la asociación Cruz Rosa, quien la acogió en la Ciudad.

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