Guillermo Velasco Barrera / Conservadores mezquinos

AutorGuillermo Velasco Barrera

Nada ha cambiado con el año nuevo respecto a la polarización social que genera el Presidente López Obrador en cada una de sus intervenciones públicas. En su primera rueda de prensa del año, el jefe del Ejecutivo Federal negó lo publicado por el periódico Reforma en torno a un incremento del 65% en homicidios dolosos durante el primer mes de gestión del nuevo gobierno, respecto al último mes de la Administración de Enrique Peña Nieto.

Simplemente descalificó este dato, no proporcionó información alguna para rebatirlo, lo negó, y dijo que lo publicado se entiende porque así actúa el conservadurismo. Pero lo que es un hecho es que durante el último mes del Gobierno de Peña Nieto tuvieron lugar 537 ejecuciones y en el primer mes de la "Cuarta Transformación" se registraron 887.

Tal escalada de violencia no es imputable únicamente a la nueva Administración, nadie con sensatez podría culpar de la espiral de violencia que vivimos a un gobierno que comenzó hace 30 días, así que el incremento en homicidios puede tener varias explicaciones: mensajes a la nueva clase política, vacíos de poder, errores imputables al Gobierno anterior o una mezcla de todo.

Desde luego que el aumento de la violencia es preocupante, pero lo es igualmente la absoluta falta de autocrítica del Presidente de México y su permanente señalamiento a otros para hacerlos responsables de sus errores, y su agresiva descalificación a sus críticos y a todo aquel que disienta de su proyecto político.

Cuando se le preguntó a López Obrador sobre su ausencia en Puebla para el funeral de Martha Érika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle, simplemente dijo que no asistió para no hacerle el juego a la derecha mezquina, que según él aprovechó la coyuntura para generar un ambiente de crispación en el que se pretendía responsabilizar de lo ocurrido el pasado 24 de diciembre a la nueva clase política gobernante.

Dichas acusaciones ocuparon la parte central de su mensaje, incrementando una polarización que ya existía antes de la mencionada tragedia, y que en el caso de Puebla subió de tono por las propias descalificaciones del Presidente de México al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ratificó el triunfo de Martha Érika Alonso como Gobernadora de aquel Estado. López Obrador calificó dicho fallo como antidemocrático, lo que en la práctica...

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