Guillermo Velasco Barrera / Pacto con el Partido Verde

AutorGuillermo Velasco Barrera

Ha comenzado una nueva Legislatura a nivel federal, y a luz de lo visto en su inicio, todo parece ser más de lo mismo, respecto a los acuerdos en lo oscurito y las añejas y cuestionables prácticas que desde hace décadas han caracterizado a los legisladores mexicanos, con honrosos casos de excepción, desde luego.

La bancada de Morena, con la incorporación de cinco diputados del Partido Verde, tendrá ahora la mayoría en la Cámara de Diputados. Arturo Escobar, coordinador de los diputados del PVEM, señaló que migrar con la bancada morenista les salió muy barato, pues lo que pidieron a cambio de ceder a sus legisladores fue conseguir respaldo para diversas acciones a favor de los niños que padecen cáncer.

Muy mal queda Escobar lucrando políticamente con una causa tan noble como la salud de la niñez, argumentando que bien valió la pena volverse morenos con tal de lograr más recursos para lo anterior. Lo que en realidad se negoció fue la licencia a Manuel Velasco para volver a Chiapas, pues seguramente le quedan al Gobernador asuntos pendientes por arreglar en el "año de Hidalgo".

A cambio de lo anterior, Morena logra una mayoría artificial, pero que en la práctica lo reivindica como una verdadera aplanadora. Es posible que se hayan acordado otras cosas, de las que quizá nos enteraremos más adelante, pero desde luego la salud de los niños es lo que menos les importa a estos flamantes "próceres de la patria" en toda esta historia.

El Partido Verde, promovido desde las entrañas del sistema, ha operado como una auténtica franquicia familiar y una moneda de cambio. Ha sido fiel de la balanza con el PRI, con el PAN, y con lo que haga falta para subirse a la ola del poder y gozar de un jugoso presupuesto. El mando en este instituto político ha sido heredado de padre a hijo, para que el negocio quedé literalmente en familia.

El PVEM ha planteado toda suerte de disparates como parte de su oferta programática, en la que lo único que no se aprecia es una propuesta seria para la defensa del medio ambiente, pero hay que reconocer que ha cumplido a carta cabal el propósito para el que fue fundado: venderse siempre al mejor postor y generar ganancias importantes para sus dueños.

El desprestigio del PVEM no es nuevo, ni tampoco su migración a Morena es algo...

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