Hechizo medieval

AutorWendy Pérez

Visitar por primera vez un restaurante es una aventura. Al entrar en Cabotina, su historia busca situarte en una taberna medieval.

Esta versión no servirá sólo pan, vinagre y vino, como en la Edad Media, sino cocina italiana bastante conocida como pizzas, pastas, carpaccio, tablas de queso, carnes frías y platos fuertes basados en diversas proteínas.

Mientras te ambientas en el concepto que resguarda a una "bruja" que recuerda la "cabotina" -lugar donde se refugiaban estas mujeres en un pueblo cercano a Génova-, las paredes y mobiliario de piedra y madera, toneles, velas y señalética anunciando especialidades como la gelateria y la salumeria, te hechizan; aunque el verdadero espectáculo sucede en la cocina.

El espacio está a la vista de los comensales, de ahí, y gracias a los aromas que emanan, el apetito toma protagonismo.

De sus antipasti, el carpaccio tiene varias versiones, una de ellas es el de lengua en lenta cocción, bañada con vinagreta de cítricos, aceite de oliva y chile verde, más un leve crujiente de chicharrón ($125); también tienen de atún, calabacitas y de callo de hacha.

Calamares fritos y ensaladas hacen presencia en su menú, el cual tiene un apartado especial para pizzas "a modo mio", donde le echas creatividad seleccionado cómo quieres tu rebanada ($38 la pieza, más mezcla de ingredientes $7)...

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