Héctor Moreno / Ejecuciones y reacomodos
| Autor | Héctor Moreno |
El intento de ejecución de un reo cuando era trasladado de Querétaro a Irapuato el 13 de abril pasado y un triple asesinato ocurrido el 29 de mayo en un restaurante en Tlajomulco de Zúñiga constituyen dos raras piezas de una maraña sobre el reacomodo de fuerzas de varias organizaciones delictivas dedicadas al narcotráfico.
Lo resbaloso del tema -por clandestino- y el debido sigilo con el cual tratan las autoridades esta información pocas veces permite asomarse a cuestiones trascendentes, a menos que alguien "desde adentro" delate, como ocurre ahora.
Por muchas décadas los mexicanos vivimos ignorantes del tema y conocimos sorpresivamente la existencia de los entonces cárteles de la droga en 1985 y 1993 con el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y su piloto Alfredo Zavala, así como con el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. De entonces a la fecha poca claridad existe respecto a la evolución y desarrollo de esas organizaciones criminales.
Hasta antes de esas épocas, desconocíamos las podridas relaciones entre policías federales, militares, políticos como "padrinos", encubridores o miembros de bandas de narcotraficantes. Los nombres de Miguel Ángel Félix Gallardo, Ramón Mata Ballesteros, Ernesto Fonseca Carrillo, Rafael Caro Quintero, los hermanos Arellano Félix, "El Chapo" Guzmán, Juan García Abrego, Amado Carrillo, Juan José Esparragoza Moreno y tantos otros fueron incorporados al lenguaje común.
Los avances de las autoridades dedicadas a combatir a esas agrupaciones y las pugnas al interior de éstas, vienen anunciando en los últimos años un reacomodo. Con los datos ahora conocidos, podría estar integrándose una especie de "nueva federación", un fenómeno registrado en México hace casi una década.
Pablo Álvarez Tostado se ha convertido en el principal personaje de esta revelación como parte de una aparente disputa en la cual se empiezan a conocer los muertos.
Casi desapercibidos, los "hermanos Álvarez Tostado" (sin especificar más) aparecen señalados en diversas declaraciones en expedientes del narcotráfico y son mencionados como personas de importancia en esas actividades, al lado de algunos de los personajes arriba señalados.
En abril pasado, Pablo, preso en un penal de Querétaro, fue exonerado por el presunto asesinato de un policía judicial ocurrido a principios de los noventa, debido a que el delito había prescrito. Entonces se decidió trasladarlo a Irapuato en donde tiene pendiente otro proceso penal.
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