Hornean delicias para compartir

AutorElizabeth Mondragón

Luego de no encontrar un recuerdo original qué dar en su boda, Ana Cuevas tuvo la idea de crear un negocio para que las personas pudieran dar regalos innovadores, así nació Alfajores Pecorella.

"Me puse a investigar y vi que aquí no había alguien que vendiera los alfajores argentinos, que no son igual que el que nosotros conocemos. Éstos se pueden decorar con lo que quieras, ya sea personalizados o con las plantillas que tenemos. Son un regalo único", detalló.

Antes de iniciar el negocio, Cuevas decidió invitar a Vanessa Cortés a ser parte de él, ya que sabía que ella tenía nociones de repostería.

Después de un año de pruebas y de venta entre amigos y familiares, comenzaron a vender sus alfajores en un pequeño local, ubicado en la Colonia Chapalita, que pronto les quedó chico, por lo que se cambiaron a otro más grande, en la misma zona.

"Nos va muy bien. Para la producción tenemos a cinco personas, en dos turnos, y nosotras siempre estamos en la tienda y supervisando. Antes, si teníamos tres pedidos era una semana muy buena. Ahora tenemos hasta tres diarios", comentó Cortés.

Las socias aseguraron que cuidan mucho la calidad de sus ingredientes, el proceso de cocción y la decoración de cada alfajor, que se tarda alrededor de dos días en estar listo.

"Hay gente que dice que están caros, que con esos 20, 22 pesos que yo le cobro por uno puede comprar otros dos postres, pero nuestros ingredientes son de la mejor calidad y el tiempo de elaboración es bastante tardado, porque todo es artesanal", dijo Cuevas.

Aunque al inicio tenían dudas de cómo tomarían los...

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