El humor de Camnitzer

AutorAdriana López-Acosta

Tal vez fue la efervescente energía del Nueva York de los años sesenta, con la unión del arte y la crítica social, lo que le dio esa ironía pícara; o tal vez fue su nostalgia por el Uruguay libre de militares, una patria que le dejara crear con libertad.

Sea lo que haya sido, las piezas de Luis Camnizter son una mezcla de burla y tenue tristeza.

El Museo de Arte de Zapopan continúa con la presentación de arte conceptual que estira los cánones de la percepción, con la exposición del artista uruguayo, quien hace de las palabras su materia prima y del grabado su instrumento para transmitir el sabor a desencanto.

Son un total de 70 obras, con retablos gigantes que sólo tienen facturas pegadas con cinta adhesiva, medidas exhaustivas de su firma, y hasta una serie de sellos y hojas con frases suyas, las cuales el espectador puede tomar y decorar a su antojo.

Los momentos de sorpresa se encuentran en la serie de 11 retablos pequeños, donde el artista juega con las palabras, su significado, y las interpretaciones pictóricas.

"El instrumento y su obra" es un lápiz suspendido y un cordón atado a su punta, simulando un trazo...

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