Idea con buena estrella
| Autor | Wendy Pérez |
Hace unos meses los japoneses festejaban emocionados el tener la ciudad con más Estrellas Michelin en el mundo, se trata de Tokio, que cuenta con 230 restaurantes que alcanzaron 308 estrellas, liderazgo que han mantenido por una década.
Qué pensarían si vivieran los hermanos André y Edouard Michelin, creadores de la llamada "biblia roja", de tanto júbilo (como en el caso de los nipones) y drama (recordemos el caso del chef francés Bernard Loiseau que tentativamente se suicidó ante la amenaza de perder una de sus tres estrellas), generado por esta pequeña guía que regalaban a los compradores de Neumáticos Michelin, empresa francesa que fundaron en 1889.
Debo decir que visitar un sitio abanderado por el logo de Bibendum (considerado el mejor del siglo 21) y sus estrellas, resulta literalmente "un viaje", como lo promocionaban André y Edouard, y más si te decides por aquel que sí exige hacerlo.
Menciono esto porque muchos de los laureados con una, dos o tres estrellas, están en grandes urbes donde lo último que requieres es recorrer kilómetros gastando llantas, verdadera intención mercadológica por la que fue generada esta guía por primera vez en 1900.
Por fortuna, el peregrinar a sitios lejanos, rodeados de valles o enclavados en sitios con vestigios patrimoniales aún visten la Guía Michelin. De ejemplo comparto la experiencia de elBulli, de Ferran Adrià, escuela de muchos grandes cocineros, y que como comensal descontextualizó, al menos para mí, el concepto de comer. Un sitio único en la Cala Montjoic, Cataluña, España (sirvió su última cena en julio de 2011), y donde ya está elbullifundation.
Otro ejemplo, éste sí en activo, es la Osteria Francescana en Módena, Italia, una verdadera sinfonía gustativa en todos los sentidos; ideal, además, si eres amante del arte, como su chef Massimo Bottura, ya que parte de su colección cuelga de las paredes del restaurante que se sitúa en esta localidad considerada Patrimonio de la Humanidad.
No podría dejar fuera al Celler de Can Roca, en Girona, España, también con un centro histórico alucinante, repleto de vestigios medievales y romanos. Localidad que ha sido hogar de los hermanos Jordi, Josep y Joan, quienes no paran de experimentar, y no sólo en el rubro de comida y servicio. Me tocó observar cómo estaban instalando un horno cónico de tierra y piedra, emulando lo necesario para hacer destilados de agave, método artesanal que admiran.
Estos sitios muestran el factor común que tienen o tuvieron (como...
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