La industria prolífica

Para conmemorar este año, el Día Mundial de la Propiedad Intelectual ha elegido como tema por parte de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), a la música.

"Ese elemento que en escaso promedio de minutos nos puede remontar a lugares lejanos, escombrar los más recónditos recuerdos o arrancarnos la sonrisa más reveladora llena de complicidad.

Esa palabra, música, que tiene a tanta gente detrás y que se convirtió en una de las industrias más reveladoras, prolíficas, tecnológicamente avanzadas, profesionalizadas y a la vez castigadas en todo el universo del entretenimiento, es con lo que muchos de nosotros, sin miedo a equivocarme, comenzamos y llegamos a terminar cada día de nuestras vidas.

Puede ser su amplitud y variedad una consecuencia de diferentes géneros, especies e incluso estilos, que determinan nuestro actuar o sentir a cada minuto.", expresa Guillermo Pous, experto en propiedad intelectual y socio fundador en Pous® Musi Abogados.

Cuál será la relación que los seres humanos tendrán con la música en el futuro y cómo intervendrá en sus vidas? ¿Cuáles serán los nuevos formatos en los que se escuchará? ¿Qué es lo que existe al otro lado del telón para que cada pieza musical pueda llegar a través de cualesquiera de los medios de comunicación o tecnologías? Guillermo Pous, abogado especialista en derechos de autor, responde esas interrogantes a través de la explicación de los conceptos que conforman la generación del ‘producto terminado’ o música.

• Autores. A quienes comúnmente se les llama así por ser los creadores de la parte lírica de una canción, y compositores, que pueden conjugarse con el mismo autor, a quienes tradicionalmente se les identifica por ser los creadores de la melodía, ambos, gracias a que con su inspiración, sentimiento, energía y enardecido talento logran crear obras musicales, las cuales trascienden a lo largo de los años y sin ellas sería una industria estéril en contenidos.

• Arreglista. Es quien realiza la adaptación, ya sea a la parte lírica como a la melódica, con la intención, en muchos casos, de dar el toque final para tratar de colocar la obra en un circuito comercialmente atractivo.

• Artista intérprete y artista ejecutante.

Los primeros son los cantantes, ya sean voces principales e, incluso, coros; los segundos, aquellos que a través de un instrumento musical o de cualquier otro medio o accesorio comunican la pieza melódica.

• Cazatalentos, talent scout o headhunter.

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