El Informe Oppenheimer / ¿Habrá un cambio de rumbo en Brasil?

AutorAndrés Oppenheimer

Ya no se pueden tildar de disparatadas las conjeturas de que el presidente centro-izquierdista Luis Inácio Lula da Silva podría perder la segunda vuelta el 29 de octubre, o que una victoria de la centro-derecha podría cambiar el mapa político de la región.

Es cierto que, a primera vista, los resultados electorales del domingo sugieren que Lula ganará fácilmente a su rival, el ex gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, en la segunda vuelta.

Lula obtuvo el 48.6 por ciento de los votos - apenas un poco menos del 50 por ciento más un voto que necesitaba para ganar en la primera vuelta - mientras que el candidato de centro-derecha Alckmin obtuvo el 41.6 por ciento, y la izquierdista de línea dura Heloisa Helena el 6.8 por ciento.

Esas cifras podrían llevar a pensar que, simplemente sumando los votos izquierdistas de Helena, Lula ganará fácilmente la segunda vuelta.

Sin embargo, Brasil es un país imprevisible - un ex presidente del Banco Central dijo una vez que "En Brasil, hasta el pasado es incierto" - y hay varios factores que podrían inclinar la balanza a favor de Alckmin.

Primero, Lula ha sido golpeado por un escándalo de corrupción al estilo de Watergate, que explotó el 15 de septiembre, y que todavía no está del todo aclarado.

Dos militantes del Partido de Los Trabajadores, de Lula, han sido acusados de ofrecer $800,000 por una carpeta de información dañina sobre Alckmin y el gobernador electo de Sao Paulo, José Serra.

Todavía no está claro de dónde vino el dinero, ni quién autorizó los pagos. Si surgen nuevas revelaciones, Lula podría perder más votos.

Segundo, las elecciones locales podrían favorecer a Alckmin. Muchos brasileños votan principalmente por sus candidatos a gobernador.

Alckmin podría ganar muchos votos en estados dominados por Lula, como Minas Gerais, en que los principales políticos locales anunciaron esta semana que harán campaña para Alckmin en la segunda vuelta.

Tercero, Alckmin está en alza. Sorprendió al país el domingo con una votación mucho mayor de la que ningún encuestador vaticinó, y sus números vienen subiendo desde hace dos meses. Lula, que había dicho que ganaría en la primera vuelta, está a la defensiva.

Cuarto, es probable que muchos de los 13 millones de votantes registrados que no acudieron a las urnas el domingo lo hagan en la segunda vuelta. Y eso, sumado al hecho de que Helena anunció esta semana que no apoyara a ninguno de los dos candidatos, podría darle a la campaña de Alckmin espacio para ganar más...

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